Inflación fuera de control

Argentina y el FMI ya saben la primera variable que no se cumplirá del acuerdo

La inflación de febrero condiciona la posibilidad de lograr un máximo de 48% para todo el 2022. Si esto sucede, se deberá renegociar el Facilidades Extendidas antes que termine el año.

Carlos Burgueño
Carlos Burgueño miércoles, 16 de marzo de 2022 · 11:18 hs
Argentina y el FMI ya saben la primera variable que no se cumplirá del acuerdo

El Gobierno, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la mayoría de los consultores económicos que analizan la realidad argentina saben ya que hay al menos una variable negociada entre el país y el organismo que no se cumplirá. Ya con los resultados del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de febrero (4,7% en el mes y 8,8% acumulado en los primeros dos meses del año), se sabe que la posibilidad de lograr un máximo de inflación para este año de 38% es casi una utopía; cuando, en el mejor de los casos, podría pelear un mínimo de 50%. Y siempre y cuando en el segundo semestre del año la presión sobre los precios comience a ceder, y el promedio se ubique por debajo de 25% entre julio y diciembre. Difícil. La mayoría de los privados habla incluso de un 60% como piso, algo que en el primer trimestre del año es difícil de confirmar. Pero que peligrosamente podría convertirse en una alternativa posible si el dato de marzo supera el 5% y supera el acumulado del 13% entre enero y marzo.  

Si esto ocurriera (y parece que así será), la meta de 48% quedaría vieja hacia el tercer trimestre del año. El momento exacto donde el Gobierno de Alberto Fernández recibirá la primera de las 10 misiones que el organismo financiero enviará al país, como parte del acuerdo por el Facilidades Extendidas que se firmaría antes que termine marzo. Luego de la aprobación segura de mañana en el Senado.

Será en ese momento, cuando el país deberá pasar el primer examen ante los enviados del FMI, y demostrar que lo firmado para este año es cumplible. Básicamente un déficit de 2,5% del PBI, un crecimiento de hasta 4%, reservas acumuladas este año de no menos de US$5.000 millones y una inflación de entre 38% y 48%. Las primeras cuatro, hasta ahora, son factibles. La última, casi imposible.

Así, Argentina tendrá que pasar 10 duros exámenes ante el FMI. Y es muy difícil que pueda superarlos. El escenario más probable es que antes que termine el paso del tiempo preestablecido de dos años y medio para la primera parte del acuerdo, Argentina deba pedir un algo humillante perdón. El primero de esos exámenes será entre julio y agosto. El último en el primer trimestre del 2025. Si supera todas estas instancias; recién en ese momento, en marzo del 2025, comenzará a aplicarse el Facilidades Extendidas propiamente dichas.

Si, por el contrario, durante dos trimestres consecutivos Argentina no cumple con la mayoría de las variables comprometidas ante el FMI, el pacto caerá y el país deberá volver a llamar a los técnicos del organismo que maneja Kristalina Georgieva, para rediscutir las cláusulas y volver a cerrar un nuevo acuerdo; pero, obviamente, en peores condiciones a los anteriores. El período en el que Argentina deberá recibir a las misiones del FMI que controlarán que todo a lo que se comprometió el país se cumpla, comenzarán en el tercer trimestre de este año, cuando se fiscalizará lo que sucedió en el segundo. Esto implica que entre julio y agosto, los funcionarios del ministerio de Economía y el Banco Central (más algún que otro despacho importante), tendrán que rendir examen sobre que sucedió entre abril y junio; el primer trimestre en el que Argentina tendrá que cumplir con lo pactado con el Fondo.

Así, probablemente en la segunda quincena de julio, Julie Kozac y Luis Cubeddu estarán en Buenos Aires. Sin embargo, la directora adjunta para el Hemisferio Occidental y el encargado del caso argentino, tendrán otros roles. En lugar de negociar variables y metas para construir el esqueleto para cerrar un Facilidades Extendidas; serán los fiscalizadores de su cumplimiento. Dicho de otra manera, fueron hasta aquí quienes redactaron el examen. Y desde ahora en adelante, y por 12 años o hasta que sean ascendidos o descendidos de sus cargos, lo que ocurra primero, serán los examinadores.

Las 10 misiones que el país deberá recibir desde el tercer trimestre de este año, se basan en la lógica que en realidad lo que Argentina negoció con el FMI, no es un cronograma de pagos del fallido Stand By del 2018, sino el otorgamiento de un nuevo préstamo por US$44.700 millones; que se utilizará para liquidar los vencimientos del acuerdo firmado por Mauricio Macri. La primera liquidación se ejecutará, se espera, el 22 de este mes y servirá para cubrir el vencimiento de 2.800 millones de dólares por la primera cuota del crédito del 2018. Luego habrá otros cuatro pagos en el año, más otros tantos durante el 2023 y el 2024.

El dinero sale de una cuenta del FMI para pagar en otra cuenta del FMI, sin que pase un sólo dólar por el país. Argentina saldará así sus cuentas impagas y no caerá en default con el Fondo. Pero para que el organismo ejecute estas liquidaciones, antes Argentina deberá cumplir con las metas prefijadas y que figuran en el acuerdo que llegó hoy al Congreso. Como el plan comienza en el segundo semestre y termina en diciembre del 2024, una vez superados estos 10 exámenes, el Fondo terminará su cronograma de liquidación e iniciará la vigencia del Facilidades Extendidas.

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