Claves del poder

Alberto Fernández se distancia de Cristina Fernández de Kirchner para llegar con chances a 2023

Los números perjudican a la vice y no permiten que se presente. El Gobierno espera una baja a 5% de la inflación en alimentos para diciembre. El factor piquetero y los fondos millonarios de Emilio Pérsico.

Pedro Paulin
Pedro Paulin domingo, 27 de noviembre de 2022 · 09:16 hs
Alberto Fernández se distancia de Cristina Fernández de Kirchner para llegar con chances a 2023
Foto: Twitter: @fernandogray

Hace una semana, un consultor no oficialista le mandó a Santiago Cafiero un informe privado de su empresa que lo sorprendió. La imagen del Gobierno había mejorado por cuarto mes consecutivo a pesar del aumento indómito de precios que desvela a Alberto Fernández y que prácticamente es lo único que lo ocupa estos días.

Los números del informe revelaban que la imagen de Cristina Fernández de Kirchner seguía orillando el 75% de negativa, pero que llamativamente la del conjunto llamado "Gobierno" había crecido. Síntomas de un país cambiante. Cuanto más se alejó el presidente de la estridencia de la vice, la percepción de la gestión mejoró. Al presidente no le interesa esforzarse para congraciar a Cristina y a ésta menos que menos acercar posiciones con quien no considera que esté a su altura, situación que se repite casi siempre con casi todos. 

Cristina sigue pensando que Alberto es un error, que la decisión de elegirlo fue acertada porque perdían, pero que su convencimiento sobre la capacidad de control sobre el presidente fue errático. Lo comprueba a diario cuando abre los diarios y ve, por ejemplo, cambios en el Gabinete, ni más ni menos. Los interlocutores entonces cargan las tintas, vociferan, gritan, se ponen colorados para complacer a la vice y vuelven a la mudez hasta nuevo aviso. Lo que parecía el sempiterno anhelado por Cristina puede mutar a un simple y desastroso episodio más del peronismo desunido trabajando para que el peronismo fracase, poco cambió de 1955 a hoy, habrá que adivinar quién es Lonardi entonces.

Alberto Fernández se reunió con tres ministros que confirmaron la charla, donde el mensaje fue unívoco: "¿Quién lo convenció a Larroque de que a alguien le calienta lo que diga? Salen todos a decir pelotudeces, Cristina, Máximo, pero al final la valoración mejora cuando tomo distancia, hasta Analogías se lo confirmó a ella la semana pasada". La definición terminal es propia de quien no evalúa volver a la zona de displacer que habitó dos años. La inflación lo desvela, pero sigue pensando que peor está Alemania que pasó de 1% a 10% el último año y no saben cómo reaccionar. Se lo hizo saber a Kristalina Giorgeva en su última reunión, la experiencia de haber fracasado durante décadas le permite pensar en resolver a partir de ahora en un mundo post pandemia.

Los movimientos sociales creen que el diciembre que se viene será tremendo, que si no hay más fondos puede haber un estallido social. El colega Bernardo Vázquez detalló esta semana en Clarín el reparto de 75.000 millones de pesos para piqueteros para asegurar una Navidad en paz. Siempre sale ganador Emilio Pérsico, quien conversó largamente con Cristina Kirchner esta semana. No creen en la Casa Rosada que pueda haber una situación determinada, pero trabajan para que a ningún intendente le falte nada. Lejos de la sublimidad, la caída de los ingresos se ve reflejado en el casi 40% que trabaja informalmente y no accede a paritarias. 

Alberto se siente cómodo dejando en claro que ni ella lo maneja, ni que los resultados dependen de otro. Prefiere arriesgarse a este esquema de poder con Sergio Massa, donde Cristina Kirchner tiene un rol abocado a no ir presa y ellos a la gestión política. Cambio de agenda sin retorno, lo único que preocupa a Cristina estos meses es saber cómo reaccionar frente al primer fallo por corrupta que recibirá en menos de un mes. Lo sabe y se lo hizo saber a sus hijos, quienes entonces se apegarán a los fueros o padecerán siempre haber sido firmantes de empresas condenadas por corrupción. 

Hay dos situaciones que se pueden convertir en el hecho de fin de año: hubo algunos cruces de llamados con cámaras empresarias de parte del Gobierno pidiendo un esfuerzo para un bono de fin de año. Puede darse y acelerar el consumo siempre caliente de diciembre. El dato de empleo formal es de 500.000 según el Indec y de 1.000.000 en el mercado informal, inestable y dinámico, lo que alienta a Alberto a empoderar a los ministros propios y posicionarse en búsqueda de las PASO que el cristinismo intenta seguir instalando como parte del problema. 

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