Infraestructura

Los ejes del plan hídrico y las condiciones que ponen los municipios para aprobarlo

El Gobierno se puso como meta generar un cambio en la política hídrica. Más control del consumo y grandes obras. Los municipios piden que haya proporcionalidad en la distribución de recursos y que AYSAM se haga cargo de aumentar la zona servida.

Pablo Icardi
Pablo Icardi miércoles, 5 de octubre de 2022 · 12:17 hs
Los ejes del plan hídrico y las condiciones que ponen los municipios para aprobarlo
Foto: ALF PONCE / MDZ

Mendoza vive una situación crítica por la falta de agua y hay una realidad imposible de cambiar: no aumentará la disponibilidad, sino todo lo contrario. Por eso, para el futuro la clave está en la adaptación a esas condiciones, al ajuste "aguas abajo" de los ríos para lograr que la producción y que el consumo humano sean sustentables. El plan lanzado por el gobierno tiene un cambio de filosofía importante, pues apunta a mejorar la eficiencia y genera infraestructura. Aunque es un tema en el que se maneja un recurso natural, se analiza desde una perspectiva económica. No se puede modificar la oferta de agua "cruda", pero sí regular la demanda. 

El plan por ahora es teórico y refresca dos grandes ejes abordados en el pasado, pero no ejecutados. El control con medidores, el pago por consumo y la realización de grandes obras para aumentar el volumen de producción de agua potable. Allí se hereda una carencia de décadas. Para tener una idea, la planta Alto Godoy, la más grande de Mendoza, estaba prevista que saliera de funcionamiento (en los planes de la década de los '90 de OSM) para ser reemplazada por otras. Eso no ocurrió, porque no se invirtió y solo se amplió la planta Benegas y se abrieron pozos en la zona servidas por Aysam

El Gobierno tiene una negociación compleja y por eso busca consensuar con los intendentes. Todo está concentrado en la empresa provincial de agua, pero no es el único operador. Los intendentes exigen que haya proporcionalidad en la inversión y que la empresa provincial se haga cargo de abastecer a zonas populares que hoy no son servidas porque están fuera de la concesión original. 

En contexto

Maipú y Luján abastecen a su población con sus empresas propias y buscan ser parte. El pensamiento es lógico: si Mendoza se endeuda para las obras, las pagan todos los mendocinos. Si las obras se concentran solo en Aysam, sería un "subsidio" a un sector del Gran Mendoza. En el Gobierno lo saben y por eso ambos municipios serán parte del plan. 

En Luján, por ejemplo, plantean que la inversión que se ejecute con el endeudamiento tenga proporcionalidad por usuarios y proyección, y que no se concentre en AYSAM solamente. Al mismo tiempo, exigen que la empresa provincial de aguas se haga cargo de abastecer con esa ampliación a la zona del pedemonte que creció sin agua: son más de 4 mil familias que viven en la zona de Vertientes del Pedemonte y que según determinación del EPAS deben ser cubiertos por Aysam

El plan de ampliación de la producción y distribución de agua también retoma una vieja polémica. La intención es crear una planta en Álvarez Condarco que, por su altura, permitiría distribuir por gravedad a todo el Gran Mendoza. Hay un túnel que deriva agua clara desde Potrerillos hacia la centrar Álvarez Condarco y desde allí podría tomarse el agua limpia. El plan recuerda al proyecto Hipocampo o Acueducto del Oeste que fue planificado e impulsado por desarrolladores inmobiliarios en los 90. La intención era llevar agua a zonas no surtidas y abastecer el pedemonte. La polémica se generó por las presiones cruzadas sobre el destino del agua: si era para emprendimientos privados o para la población en general. De hecho en la privatización de OSM quedaron dentro de la empresa varios empresarios del rubro construcción. 

El proyecto hipocampo se frenó. El pedemonte se pobló igual con dos ejes: el desorden sin acceso al agua por un lado y los barrios privados con mayor inversión y acceso a servicios por el otro. Por eso, por ejemplo, Palmares logró agua potable de Aysam a cambio de pozos de agua que se instalaron en Guaymallén. Y otros barrios crecieron con pozos propios. Hubo intentos para derivar agua de Alto Godoy al barrio Dalvian, que finalmente no prosperaron. 

La idea del Gobierno es garantizar volumen y calidad de agua desde Álvarez Condarco y dar de baja de a poco a los pozos que tiene en funcionamiento y que generan una ineficiente distribución de agua con alto costo. Una de las ideas es que haya una planta grande que sea cogestionada con Aguas de Luján. La otra, que haya dos plantas distintas. El consumo poblacional tiene prioridad número uno en la jerarquía impuesta por la ley de aguas. Pero eso no exime de tensiones a Irrigación con los operadores. 

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