Internas peronistas

Una escaramuza breve que consolidó el poder del kirchnerismo en el PJ

Matías Stevanato se había mostrado como candidato de unidad, pero en una semana resignó su postulación cuando percibió que iba a terminar encabezando una pelea contra La Cámpora. La disputa dejó, sin embargo, otra vez en evidencia el hastío de un sector del partido con la conducción de Sagasti.

Marcelo Arce
Marcelo Arce domingo, 30 de octubre de 2022 · 11:01 hs
Una escaramuza breve que consolidó el poder del kirchnerismo en el PJ
Foto: Twitter Matías Stevanato

Fue sin dudas una de las escaramuzas internas más fugaces en la historia del peronismo mendocino que terminó demostrando que, por el momento, será difícil arrebatarle al kirchnerismo el control partidario. Matías Stevanato, el intendente de Maipú, había puesto el lunes su nombre a disposición para encabezar una lista de acuerdo en las elecciones para elegir autoridades partidarias que se realizarán en diciembre. Pero su irrupción en la escena del armado para esa definición del PJ fue tan sorpresiva como su salida conocida este sábado.

Al intendente de Maipú lo envalentonaron sus pares Emir Félix y Roberto Righi y quizás pecó de una ingenuidad política que a esta altura resulta difícil de explicar. Stevanato se ofreció como prenda de unidad, cuando en realidad desde San Rafael y Lavalle estuvieron siempre detrás del objetivo de darle batalla a La Cámpora. O dicho de otra forma: el delfín de los Bermejo se bajó de la competición porque no estaba dispuesto a ser la cabeza de una pelea que, se sabe, es durísima por lo que está enfrente.

En estos últimos días  cayó en la cuenta de una realidad. El camporismo anunció que no iba a resignar la candidatura de María Flor Destéfanis para presidir el partido y que cualquier tipo de acuerdo era posible solo con la santarrosina al tope de la lista. Ayer al mediodía, Stevanato hizo público su renunciamiento en Twiter que terminó descolocando a quienes, como Guillermo Carmona, creyeron haber encontrado una alternativa para armar un frente que le saliera a pelear el poder a Anabel Fernández Sagasti.


“Dado que se crearon expectativas sobre la posibilidad de presidir el Partido Justicialista de Mendoza, dejo en claro que soy un constructor de unidad y no de imposiciones. No me verán como un abanderado de las divisiones del Justicialismo. Es por ello que he tomado la decisión de no participar en esta disputa", dijo Stevanatto a través de una carta. “Lo que no se dan cuenta los que quieren disputarle el poder al kirchnerismo, que lo que les sobra es tiempo y plata”, leyó el texto de otra manera un histórico referente del PJ mendocino.

Los peronistas se encaminan ahora hacia una lista única en la provincia que le garantizará a Destéfanis la conducción partidaria, si es que finalmente termina imponiéndose en los comicios de diciembre. El martes próximo, tras el plazo de cierre de las listas que operará en la medianoche del lunes, se sabrá en qué departamentos habrá internas. Este sábado por la tarde, la intendenta de Santa Rosa llamó por teléfono a Fernanda Lacoste, la candidata a la presidencia que había impulsado Carmona, para sumarla a la lista de unidad. Anoche los heridos del intento de disputa en la interna pretendían ir hasta el final, es decir, sostener la candidatura de Lacoste independientemente del renunciamiento de Maipú. Pero esto último será difícil que suceda.

Ahora bien. Lo que dejó expuesto nuevamente está disputa por la presidencia del partido, es que existe dentro del PJ de Mendoza un sector de dirigentes hastiados del dominio de Anabel. Pero que todavía carecen de estructura, financiamiento y, sobre todo, de liderazgo para dar la batalla. El grupo de intendentes que buscó envalentonar a Stevanato tiene sus problemas para resolver, antes que enfocarse en asaltar el poder partidario. Maipú y San Rafael son dos distritos que formarán parte en 2023 de la voracidad política de Alfredo Cornejo, quien está buscando los candidatos justos para intentar romper una hegemonía peronista en esos departamentos que lleva décadas. No por nada en enero se sabrá que los intendentes del PJ desdoblarán las elecciones en sus comunas para intentar salvar sus territorios.

A mitad de semana Stevanato, cuando confiaba en que sería prenda de unidad, temía por la intromisión del largo brazo del exgobernador en la interna del PJ. Todos lo saben: parte de la ventaja electoral que el Gobierno provincial cree tener para el año que viene, está sustentada en seguir confrontando con el kirchnerismo. En la última medición de clima electoral realizada por la consultora Marta Reale en el mes de octubre, Anabel Fernández Sagasti aparece con una intención de voto del 12% detrás de dos de los posibles candidatos del oficialismo como son Ulpiano Suarez y Omar De Marchi.

Parte de ese bajo porcentaje de la senadora se podría explicar en el hecho de que no está lanzada a la competencia como los otros dos. Y esto es verdad. Aunque quizás nunca levante: en el círculo cercano a Sagasti anticipan que no correrá en la carrera por la gobernación el año próximo, para resguardarse después de varias derrotas consecutivas en las urnas y esperar su turno más adelante. Como analizó un dirigente peronista a este diario, tiempo tiene de sobra. Anabel todavía no llega a los 40 años.



Eso lleva a la otra señal alarmante que todos miran hacia adentro del partido. A ocho meses de las PASO en la provincia, aún no se perfila quién será el candidato a gobernador. Descartada Anabel, el kirchnerismo viene explorando desde hace tiempo ya la chance de entronar a Martín Hinojosa, el titular del INV, quien además manifestó sus deseos de ponerse el traje y quien hasta acá ha cosechado más respaldos en privado que en público. ¿Jugará finalmente Emir Félix? Puede que sí, puede que no. Como cada uno de los movimientos que históricamente viene haciendo el sanrafaelino.

Más allá de esto, todos son conscientes de que quien encabece llevará las de perder. El peronismo kirchnerista y el que no lo es, tienen, también según Reale, una intención de voto que apenas llega a los 25 puntos contra casi 48 que acumulan los radicales y el PRO. Preocupado por romper la hegemonía del PJ en distritos clave, Cornejo podría consolidar una propia con este panorama. Cambia Mendoza está a solo dos diputados y tres senadores de conseguir en las legislativas de 2023 la mayoría en ambas cámaras de la Legislatura. Y ese posible dominio es consecuencia, sin dudas, de la desaparición del Partido Demócrata y de la capacidad perdida por el peronismo mendocino de presentarse ante la sociedad como una real alternativa de poder.

A la hora de separar los números, Reale detectó asimismo que, dentro del voto peronista, el kirchnerismo es quien se lleva el mayor porcentaje dentro de ese 25% que todavía conserva. Pero a esta altura está claro que eso alcanza solo para solventar el plan de hacerse fuertes internamente, manejar el armado de listas y mantener un ejército de legisladores propios. Para Anabel a esta altura esa ya debería ser considerada una victoria pírrica. Se convirtió en experta en ganar internas, tanto como en perder elecciones generales.

Archivado en