Picardía vs realismo

La riesgosa estrategia de Mauricio Macri que lo diferencia de Carlos Menem

Mauricio Macri utilizó su nuevo libro para plantear cómo debe ser un próximo Gobierno de Juntos por el Cambio. Propone reformas profundas, similares a las que se aplicaron en los 90. Carlos Menem, en aquel entonces, reconoció su picardía: "Si decía lo que iba a hacer no me votaba nadie".

Horacio Alonso
Horacio Alonso miércoles, 12 de octubre de 2022 · 07:04 hs
La riesgosa estrategia de Mauricio Macri que lo diferencia de Carlos Menem
Foto: Télam

La literatura política por estos días pasa por el nuevo libro del expresidente Mauricio Macrí: “Para qué”. Se trata de una segunda parte del ya conocido “Primer tiempo”, en el que realizó un balance de los cuatro años de su gestión. En este caso, en cambio, avanza en lo que tendría que hacer una nueva nueva administración de Juntos por el Cambio en el caso de llegar al poder en 2023. Casi un plan de Gobierno.

De la experiencia adquirida entre el 2015 y el 2019 surgen una serie de propuestas que habría que llevar adelante y que, en aquel momento, por distintos motivos, no se concretaron.

“He escrito ya que el gradualismo fue producto de nuestra debilidad y no de nuestra vocación. El próximo Gobierno será más fuerte y su fortaleza requerirá que las reformas estructurales se sancionen en las primeras horas. La pobreza y el desempleo no pueden esperar. Debemos tener la valentía de terminar de inmediato con legislaciones obsoletas en materia laboral, sindical, previsional y fiscal. Es otro de mis aprendizajes en la presidencia. Lo que no se hace de entrada es muy probable que no se pueda hacer nunca”, dice parte del texto.

Macri señala dos fallas de su gestión: la falta de profundidad de las medidas y los tiempos. Está claro que eso es lo que hay que corregir, según su visión.

También en estos días se habla mucho de una vuelta a los 90, en alusión al período que gobierno Carlos Menem con una política que contrasta con la del peronismo actual. Sin necesidad de hacer un análisis profundo, está claro que las políticas que se aplicaron en esos años tienen muchas similitudes - aunque también algunas diferencias - con las que propone Macri en su libro.

Es por eso que se pone al líder del PRO como un claro referente de ese retorno noventista. Desde el Gobierno nacional, se remarcan esas coincidencias con el fin de advertir al electorado sobre las consecuencias que podría tener un nuevo mandato de Macri. Es decir, el neoliberalismo.

El expresidente no muestra preocupación por esa comparación. Al contrario, parece incentivarla. En donde sí muestra una diferencia con Menem es en la estrategia.

En su libro, Macri enumera una serie de reformas profundas que habría que hacer. Vale repasar otro párrafo: “La reducción drástica del gasto público deberá estar entre las medidas iniciales. El legado del kirchnerismo será un Estado elefantiásico, torpe e ineficiente. Cada Ministerio, cada área, cada repartición pública deberá impulsar todas las reducciones que sean necesarias de manera urgente e inmediata…Quiero plantearlo con todas las letras: el Estado argentino, tal como lo conocimos, ha colapsado. Hoy no es otra cosa que una gigantesca fábrica de déficit, inflación y pobreza. No será cuestión tan solo de hacer recortes aquí y allá. Es mucho más. Existe una larga lista de empresas públicas que deberán pasar a ser gestionadas por el sector privado sin excepciones, o deberán ser eliminadas. Juntos por el Cambio debe volver al poder con el objetivo de construir un capitalismo verdadero en la Argentina”.

Nadie puede negar que Macri está avisando lo que quiere hacer y eso eso es lo que diferencia de Menem.

Es bueno recordar una famosa frase que pronunció aquel presidente, varios años después de haber asumido y con todos cambios producidos que no fueron anunciados en la campaña electoral del 89. Privatización de empresas públicas, cierres de ferrocarriles, apertura y demás glosario de medidas capitalistas y promercado. "Si decía lo que iba a hacer no me votaba nadie", reconoció, en aquel momento, Menem.

Una picardía que se permitió el riojano, pero que también muestra una lectura política que no puede cuestionarse desde el sentido común. Macri, que encarna hoy el modelo económico de aquel tiempo, parece elegir, en cambio, una estrategia riesgosa, la de “blanquear” lo que piensa hacer aunque sea duro.

Menem entendió que la sociedad de comienzos de los 90 no iba a acompañarlo si revelaba sus planes como sí lo hizo, años más tarde, con la reelección. La pregunta es si la sociedad actual cambió lo suficiente como para apoyar a un candidato que propone un camino lleno de espinas.

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