Portezuelo del Viento

El bochornoso pase de comedia de la política que vuelve a dar vergüenza ajena

La obra que todos los políticos quieren y por la que todos los políticos pelean está a punto de naufragar porque ningún político quiere trabajar para que se concrete. Prefieren que fracase para echarle la culpa al rival por el perjuicio que le genera a los mendocinos.

Mariano Bustos
Mariano Bustos sábado, 22 de enero de 2022 · 06:58 hs
El bochornoso pase de comedia de la política que vuelve a dar vergüenza ajena
Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

Una vez más, la especulación, el oportunismo y la chicana. Como siempre, el dedo índice apuntando al rival para responsabilizarlo por el fracaso de la obra que -según ellos mismos aseguran- tiene que hacerse para reactivar la economía de la provincia. Siempre la culpa es del otro. Anabel Fernández Sagasti y Rodolfo Suarez dicen que quieren Portezuelo del Viento, pero da la impresión que ambos buscan que fracase para cargar la responsabilidad sobre el adversario.

La provincia de Mendoza ha caído hace años en la misma frecuencia que el resto del país: una dirigencia política de bajo vuelo que se dedica a chicanear al rival en Twitter y que pasa horas discutiendo sobre el color del caballo blanco de San Martín. Debates sin sentido con argumentos cambiantes de acuerdo a quién ocupa el asiento en el Ejecutivo y quien juega a la oposición.

La obra de Portezuelo del Viento nació torcida. Su proceso licitatorio estuvo teñido de sospechas por la presencia de una sola UTE en una licitación de más de 1.000 millones de dólares. Denuncias de direccionamiento, empresas flojas de papeles y falta de competencia no impidieron que todo el arco político se abroquelara para exigir la concreción de "la obra del siglo".

Como pocas veces hubo una suerte de unificación de peronistas y radicales proponiendo al gobierno nacional que no frenara la obra que -así decían- estaba destinada a reactivar la economía de Mendoza. Al menos eso mostraban de la puerta para afuera cuando el 12 de junio del 2020 Fernández Sagasti, José Luis Ramón, y todos los legisladores nacionales mendocinos fueron al despacho de Rodolfo Suarez a hacer causa común por Portezuelo. Lamentablemente, esta semana ha quedado claro que el verdadero plan era otro.

Nadie hizo nada para que se concrete Portezuelo del Viento. Más bien, todo lo contrario. En el gobierno provincial ya analizan desde hace tiempo posibles alternativas para hacer otras obras. No solo porque para muchos la magnitud de Portezuelo está sobredimensionada sino porque entienden que la inseguridad jurídica que envuelve a la represa podría generar complicaciones judiciales que impidan su finalización. Entre estos estaría el senador Alfredo Cornejo.

Mientras tanto, en el Frente de Todos se dedicaron a ver la novela como espectadores fingiendo un protagonismo que nunca quisieron tener. Esta semana apareció Fernández Sagasti denunciando un "show mediático" de Rodolfo Suarez en torno a Portezuelo y luego lamentando la desinteligencia del gobernador de no pedir por la vía correspondiente el laudo presidencial. Casualmente, lo hizo un par de días antes de la fecha establecida para que laudara Alberto Fernández.

Fernández Sagasti pretende que los mendocinos le creamos que se enteró un día antes del laudo que el gobernador Rodolfo Suarez había hecho todo mal y que por eso no avanza Portezuelo del Viento. En la vereda de enfrente aparece un Suarez que pretende que los mendocinos le crean que ha hecho todo lo posible para concretar la represa, pero que el problema fue la falta de presión de Fernández Sagasti al presidente para que laude a favor de la obra. Un presunto ejemplo de continuo maltrato y discriminación de la Casa Rosada a Mendoza.

En medio de toda esa pirotecnia de denuncias de "show mediático", pedidos de pronto despacho y frases rimbombantes hay dos cosas que no se pueden discutir. Una, es que Portezuelo del Viento sigue siendo solo una intención que se repite desde hace décadas sin que se ponga un solo bloque de hormigón en la represa. 

La otra, es que los dirigentes vuelven a poner sus banderas partidarias y sus estrategias electorales por delante de las necesidades de los mendocinos. 

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