Se despeja el camino para avanzar en la causa contra la cúpula de la AFI macrista por presunto espionaje ilegal

El camarista de la sala II Eduardo Farah dispuso no hacer lugar a las objeciones contra sus pares de la sala I del Tribunal de alzada, Mariano Llorens y Pablo Bertuzzi, encargados de revisar los 38 procesamientos dispuestos por el magistrado Federal de Lomas de Zamora Juan Pablo Augé, entre ellos los de los extitulares de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante la gestión de Mauricio Macri, Gustavo Arribas y Silvia Majdalani. Tanto Llorens como Bertuzzi habían presentado sus descargos en tiempo récord.

Ambos jueces fueron recusados por el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal y las defensas de varias de las víctimas por temor de parcialidad. En un fallo de dos páginas, el juez Eduardo Farah, contestó a la objeción formulada por la institución porteña y los abogados Jorge Chueco y Rafael Resnick Brenner a raíz de un artículo periodístico donde anticipa el razonamiento que podrían tener los camaristas al momento de revisar las medidas dispuestas en el Juzgado Federal de Lomas de Zamora

Ante ello, sostuvo en su dictamen que, “según la Corte, la difusión en los medios de prensa del sentido en que se orientaría el voto de un juez, manifiestamente no configura un prejuzgamiento que justifique su apartamiento de la causa”.

Por otra parte, Alejandro Rúa, abogado de Amado Boudou, había puesto como referencia la presunta vinculación entre Mauricio Macri y los camaristas Llorens y Bertuzzi, habida cuenta que constataban en la agenda del entonces presidente que manejaba Darío Nieto. En el fallo, Farah sostuvo que ese planteo ya había sido rechazado.

Con esto se despeja el camino para que la Cámara determine si avala o no los 38 procesamientos y la falta de mérito de Darío Nieto dictados por el juez Augé, y que su par de Comodoro Py, Marcelo Martínez de Giorgi se haga cargo de la causa de la que entre otros, son víctimas Cristina Fernández de Kirchner, Horacio Rodríguez Larreta, Diego Santilli, Hugo Moyano y de la que en los últimos días, la Universidad de Buenos Aires pidió sumarse como querellante.