Conflicto fronterizo

Conflictos en el lejano sur: campañas electorales, y el uso oportunista de los reclamos históricos

Sorprendió el devaluado presidente chileno Piñeira al avanzar con una nueva delimitación del territorio trasandino que asume como propios espacios disputados con Argentina. Nuestra cancillería, muy ocupada en justificar a gobiernos dictatoriales, no estaba atenta: su sorpresa es total.

José Luis Jacobo
José Luis Jacobo miércoles, 1 de septiembre de 2021 · 07:00 hs
Conflictos en el lejano sur: campañas electorales, y el uso oportunista de los reclamos históricos
Foto: Duna.cl

El canciller chileno Andrés Allamand le dijo a los medios de su país que buscará un contacto telefónico con su par argentino, Felipe Solá, para conversar sobre la escalada diplomática entre los dos gobiernos por los límites de su plataforma continental en los mares al sur del Cabo de Hornos. Es la diplomacia de los hechos consumados, en un escenario de enorme debilidad para nuestro país.

La posición chilena por ahora es sólo formal, aunque implica un paso enorme al modificar la cartografía y avanzar sobre los hielos continentales. El decreto de Piñera del 23 de agosto pasado sobre la plataforma continental chilena está acompañado por un mapa de ese país en el que el presidente trasandino oficializó también los límites de la zona de Hielos Continentales/Campos de Hielo Sur, que Argentina no reconoce y que están, en realidad, pendientes de demarcación.

En Chile, el presidente Piñera está en una situación muy débil frente a una elección crucial. Se suma además, el hecho de que la convención constituyente es presidida por una historiadora y lingüista mapuche, Elisa Loncon, quien fue electa por mayoría para conducir el proceso que busca cambiar la constitución de Augusto Pinochet.

En una entrevista brindada a la F. M. 99.9 de Mar del Plata, el ex canciller Roberto García Moritán señaló: “Es una situación que uno debe tener en la cabeza como probable, sobre todo que es una relación que, si bien existen lazos de cordialidad desde hace algunas décadas, no existe una confianza plena. Generar una situación de sorpresa no es una buena señal diplomática de confianza. Se pone en manifiesto una relación que tiene siempre un dejo de desconfianza porque lo que uno debe observar comportamientos y se anticipa a eventualidades”. Ergo, había que estar atentos.

Argentina tiene menguada su soberanía real sobre el Atlántico Sur por el área de exclusión británica. Se suma ahora el impacto de la decisión chilena, que acorrala al país de mal modo.

Volviendo a los dichos de García Moritán: “Hay una anemia diplomática argentina y sin duda, no está conducida por un hombre con experiencia, con olfato diplomático y con conocimiento de las circunstancias geopolíticas en las que se mueve el mundo de hoy. El segundo aspecto es la política interna chilena que es muy complicada. Estamos ante un hecho que pone de manifiesto circunstancias casi constantes en la relación con Chile cada tanto. No hay tema limítrofe que no sea espinoso y en este caso han avanzado en contra del acuerdo de 1984. En la presentación del decreto chileno hay cierta falta de solidez jurídico demasiado clara si uno tiene en cuenta lo sólido que es en general el tratamiento de chileno de estos problemas”.

Necesidades políticas de coyuntura definen el presente de una nación muy débil: Argentina no está postrada, pero lo parece.

Archivado en