Encerrada y furiosa

Por qué el cierre de listas ha hecho enojar a Cristina Fernández de Kirchner

Cristina Fernández de Kirchner no está atravesando su mejor momento. Luego del revuelo y las discusiones por los cierres de lista, se da cuenta de que no todo lo que ella piensa y dice se ejecuta, sino que hasta a veces se actúa en contrario. La vice, obligada a ceder siempre.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare martes, 3 de agosto de 2021 · 17:01 hs
Por qué el cierre de listas ha hecho enojar a Cristina Fernández de Kirchner
Foto: Twitter (@CFKArgentina)

Quienes la frecuentan comentan que se divierte y enfurece casi al mismo tiempo. Su tono sereno se transforma inmediatamente y lo que antes le generaba gracia termina fastidiándola, y no saben cómo hacer para mejorarle el humor del momento. Cristina Fernández de Kirchner no quiere esperar más para demostrar que todavía es la que decide, pero nadie le quiere advertir que algo pasó. 

Le encanta y se enorgullece que cuanto análisis político circule la tenga a ella, como este artículo, en el centro de la escena, siendo sus posiciones tan importantes que pueden incidir en el futuro inmediato. Beto Valdez, en este portal, describió cómo será su reacción gane o pierda las elecciones el Frente de Todos. Pero algo no está bien, y lo nota. Lo que no sabe, o nadie se lo dice, es que los demás también empezaron a hacerlo. 

"En otro momento, los funcionarios que no funcionan no hubieran provocado un par de renuncias. Acá se fue la única que ya todos querían que se fuera", comentó un importante funcionario con diálogo constante con todos los sectores del oficialismo. María Eugenia Bielsa, de ella hablaba, ya tenía los días contados, y no por sus dichos por el robo del gobierno k, sino por su baja ejecución presupuestaria, que trababa a muchos otros ministerios que estaban relacionados con su área, el Ministerio de Vivienda. 

Marcela Losardo. 

Lo de Marcela Losardo, la ex ministra de Justicia, fue otra cosa. Directamente no creía en lo que Alberto Fernández empezó a creer y prefirió irse antes de pelearse con su amigo. "Decime donde está Martín Soria... Venía a comerse a todos los jueces juntos y ahora casi ni se lo escucha", se jactó la misma fuente a MDZ, que amplió también, sobre el tema del Ministerio de Salud.

"Y Ginés González García no soportó el escándalo del vacunatorio VIP. Iban a poner a Kreplak (Nicolas, actual ministro que reemplazó a Daniel Gollán en la provincia de Buenos Aires) pero quedó Carla Vizzotti, que es lo mismo que el gordo pero con menos espalda", completó su análisis. 

La realidad indica que a pesar de haber incidido, y mucho, en el armado de las listas legislativas de la provincia de Buenos Aires para el nivel nacional, poco o nada pudo hacer en "su nueva Provincia", la de Buenos Aires, al tiempo que se le va dinamitando los armados territoriales de su ex lugar en el mundo, Santa Cruz, Santa Fé y Córdoba. Ni Axel Kicillof pudo colocar nada donde gobierna. 

Nadie se anima a decírselo, mucho menos laderos más estrechos. Los únicos que dicen algo, pero son confrontados por los más históricos, provenientes del peronismo, son dirigentes como Leopoldo Moreau o Martín Sabbatella, que también tienen sus propios intereses. 

En estas horas, la realidad demuestra que a pesar de sus resoluciones en el Senado de la Nación, habrá acuerdo o por lo menos se utilizará el dinero extra que provee el FMI para pagar las deudas que se tiene con ese organismo. Que las vacunas provenientes de Estados Unidos, algo que según el Instituto Patria significaba casi la pérdida de la soberanía, llegaron al país y ahora no pudo reemplazar con un dirigente de su confianza al desplazado Daniel Arroyo. Allí asumirá, quizás el lunes, Juan Zabaleta, el actual intendente de Hurlingham.

Todas sus ideas y proyectos, como nunca antes, deben pasar por el tamiz de su hijo Máximo Kirchner y de su aliado Sergio Massa, quienes, con sus improntas, le ponen cierto límite y criterio a las pensadas inicialmente por ella o uno de sus "protegidos", como lo es Kicillof. 

"El presidente, ayudado por la realidad, encontró un límite para la vice. Ahora sólo quiere ganar la provincia de Buenos Aires, donde están la mayoría de nuestros votos", se confiesa un intendente bonaerense que habló con ella hace pocos días. 

Según este mismo relato, "a diferencia de 2019, donde todos nos transformamos en uno y sabíamos que no sería fácil que ella pasara a un segundo plano, ahora se la pasó de oficio. Por más que se enoje y mande a alguno a decir algo, la respuesta es inocua. Pasan cosas y ella nos necesita tanto o más que ella a nosotros".

Entre los ejemplos más recientes se puede exponer su deseo y pedido para que Santiago Cafiero encabece la lista de diputados nacionales bonaerenses. No funcionó. Quedó Victoria Tolosa Paz. "Sí, el presidente después no puso uno, pero eso es otra cosa", se consuela uno que sabe que no siempre se pueden ganar todas. 

La situación de Agustín Rossi, un ultra leal al matrimonio Kirchner, hoy devenido en candidato opositor en Santa Fe a la lista pactada entre la vicepresidenta y el gobernador Omar Perotti es otro claro ejemplo que marca la imposibilidad que tiene, ya, de determinar sobre muchas más cosas que la que se supone.  

"Lo que más le pesa es convivir con lo que ella misma construyó, con esta nueva realidad, que es la conducción colegiada del peronismo. Ninguno de los presidentes peronistas decidió de manera horizontal, y ella creía que podía seguir teniendo la verticalidad de antaño, pero nota que no es así", confió uno de los más jóvenes pero a la vez más agudos analistas que se mueve en la centralidad del poder. 

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