Máximo Kirchner y Sergio Massa ya marcan su propia agenda
El binomio que conduce la agenda legislativa nacional pero también la que conforma la alianza con más peso en la Provincia de Buenos Aires armaron juntos un acto en Tres de Febrero para apoyar a la lista del Frente de Todos. Sergio Massa y Máximo Kirchner se juntan y se potencian.
Un simple acto político puede graficar todo lo que está pasando en el seno del Frente de Todos de la Provincia de Buenos Aires, donde se observa una clara grieta entre la alianza del poder territorial, configurada por Máximo Kirchner y Sergio Massa, y el resto del andamiaje heterogéneo que conforman los intendentes, los movimientos sociales y el no nonato albertismo.
Sucedió hoy en Tres de Febrero, con la excusa de presentar la única lista de candidatos a concejales de ese distrito, encabezada por Juan Debandi, un joven vinculado con Máximo Kirchner que, cuando este discutía con Massa, también lo hacía con pasión. Ha pasado tiempo y luego de ocho años de aquel divorcio, hoy ambos estuvieron para apuntalarlo y volver a mandar mensajes internos de unidad y defensa de lo que se está haciendo.
En la previa imperaba una mezcla de ansiedad, impaciencia y pesadumbre. Todo se reflejaba al mismo tiempo. Alejadas, se las podía ver a la futura senadora provincial y actual ministra de Gobierno bonaerense, Teresa García, hablando animadamente, pero con mucho análisis político, con la flamante legisladora Juliana Di Tullio.
El futuro electoral del Frente de Todos era discutido en cada mini grupo que se conformaba. Estaban desde los análisis locales, circunscriptos a Tres de Febrero, a los nacionales, donde el escándalo de la “clandestina de Olivos” pegó en el ánimo y el discurso previsto para esta campaña.
Los dichos de todos los habilitados para hacer uso de la palabra estuvieron relacionados mucho más con la necesidad de insuflar el alicaído ánimo de la mayoría de los referentes invitados, que no superaron al centenar, que para otra cosa.
La unidad, la fortaleza del Frente de Todos, el no dejarse ganar por los medios y el macrismo y el futuro de una recuperación económica fueron los ejes centrales. No por casualidad eligieron una fábrica de herrajes en pleno corazón de Loma Hermosa, en Tres de Febrero.
Tal cual lo viene describiendo MDZ desde hace quince días, las dudas con respecto de los candidatos más importantes de la boleta del Frente de Todos también pesa. Ni Victoria Tolosa Paz ni Daniel Gollán tiene demasiados amigos entre los que deben transmitir su mensaje.
Esto sucede no porque no los quieran ni tengan un discurso consistente. Es que jamás participaron de la las habituales “peñas” peronistas y son figuras mucho más presentes en las superestructuras de los sectores del oficialismo que en los motores territoriales.
“En otro momento los candidatos eran lo de menos, la fortaleza era tal que podíamos proponer candidatos sin pertenencia territorial. Pero lo que pasó en Olivos nos hace reformular la campaña todos los días”, se confesó uno de los voceros del oficialismo ahí presente. Faltó que dijera “ganamos con Alberto hace dos años...”.
Massa y Kirchner son los apoderados políticos de Tres de Febrero, pareció ser el mensaje. Pero también se transformaron en una dupla que utiliza un enfoque propio a la hora de defender al gobierno que conduce Alberto Fernández, a quien ya le piden rápidos reacomodamientos en el reparto del poder nacional.
Para remarcar la alianza entre estos dos dirigentes también estuvo Wado De Pedro, el ministro del Interior también jefe en la estructura del Gobierno de Debandi. Además, entre otros imperceptibles deben destacarse la presencia de Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes, en el extremo sur del Conurbano, camporista de primera hora, y de su par de la región donde se realizó el acto, Leonardo Nardini, acompañado por el candidato a senador de la Primera Sección Electoral, Luis Vivona.
Una rápida distribución de amistades podría poner a Mendoza con Kirchner, y a Nardini con Massa.
Más allá de la ratificación realizada en la reunión con todo su gabinete de que los que están se quedarán, ni el presidente ni nadie se anima a decir hasta cuándo. “No habrá cambios de ministros” aseveró el jefe de ellos, Santiago Cafiero, el primero en la lista de discutidos.