Análisis

Las diferencias, abajo de la alfombra: el oficialismo consolida su discurso electoral

En virtud del Día del Periodista, muchos intendentes organizaron reuniones de prensa virtuales para saludar a los profesionales de la comunicación en sus respectivas localidades. En todos los casos sobresalieron las opiniones de ocasión, que ratifican la alineación con el modo de campaña.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare lunes, 7 de junio de 2021 · 22:52 hs
Las diferencias, abajo de la alfombra: el oficialismo consolida su discurso electoral
Foto: Telam

Para otro momento quedará la queja, el reclamo, el consejo crítico hacia el gobernador o directamente despectivo y la mirada desconfiada entre los que están de un lado y del otro de la grieta del propio Instituto Patria. Es decir, los que toman a libro cerrado cada expresión que surge desde allí y los que no.

El gobernador Axel Kicillof hoy se dedicó también a dejar en claro algunos tópicos de la campaña en las diferentes reuniones que tuvo en el homenaje a los trabajadores de prensa. Lo hizo a su modo, por supuesto, con mucho reclamo contra los que "viven poniendo miedo a la gente, diciendo que la vacuna Sputnik es veneno", o cosas parecidas. 

También Macri, la oposición y los medios son los enemigos a descalificar permanentemente. No hay oración que no empiece o termine sin ese relato. Todo en la nueva puesta a punto electoral. Porque en privado toman como elementos del mal humor social a los mismos supuestos enemigos, pero a poco avanzar con la charla, reconocen la concatenación de impericias del propio gobierno.

Estos intendentes son los mismos que, a cámara abierta, le agradecen la firma de convenios, la llegada de obra y la importancia que tiene la generación de trabajo en los planes de gobierno. Pero cuando se apaga todo, con una honestidad brutal, se lamentan porque esos acuerdos no llegan con la rapidez necesaria

Se hablará de vacunas, no de pandemia. Se dirá que la deuda es impagable y que el culpable es Cambiemos, y que cualquier debate interno es "magnificado por los medios y la oposición". Para ratificar esta idea de poner la culpa en el otro, aseguran que "las escuelas están abiertas todo el año, aunque los chicos no vayan". Textual. Eso se escuchó hoy en una abultada reunión virtual en el oeste del Conurbano. 

En este esquema, donde aún no se resolvió lo que más le importa a los jefes comunales, si habrá margen o no para presentar judicialmente la propuesta para reinterpretar la ley que limita su reelección, los otros socios importantes de la alianza saben que no pueden dejar en ellos todo el territorio. "Nadie sabe cómo y donde terminarán si no hay otro mandato".

Máximo Kirchner y La Cámpora, cuya organización interna bonaerense volvió a tener a Andrés Cuervo Larroque, el ministro de Desarrollo Social provincial, a su mayor expresión, en desmedro de Facundo Tignanelli, el jefe de la bancada legislativa bonaerense, también puso proa, pero como siempre, con su propia lógica. Por un lado, apoyará a todo el oficialismo, nacional, provincial y municipal, pero luego intentará imponer sus condiciones en cada territorio. Es el único autorizado para ello.

Quien más rápido interpretó su rol en la alianza, sin lugar a dudas, es Sergio Massa. Sin juego político que le permita ser protagonista, tal cual su historia, utiliza cada organismo a su disposición para acercarle soluciones a los jefes territoriales. El Ministerio de Transporte y AySA, la empresa de agua y cloacas del conurbano, interactúan permanentemente y, cuando es necesario, su cuñado y principal dirigente provincial. Sebastián Galmarini, le lleva el Banco Provincia a cada municipio con alguna necesidad particular. 

Y ni que hablar de la Cámara de Diputados que preside. Muchos proyectos regionales tienen que pasar por ahí. Desde universidades hasta leyes impositivas, sobre deuda o cuestiones más mínimas.

Ahora, la mayor preocupación pasó a ser el volver a ser "de Todos", y no del kirchnerismo duro. La pronta aparición de Florencio Randazzo y otros peronistas conscientes del cansancio de muchos peronistas los incomoda. Con solo pensar que una propuesta con sus mismas raíces le quite diez porciento de votos los pone al filo de la derrota o empate técnico. 

Así, la idea es sumar a todos y todas. Para esto también se incorporaron los intendentes a cargo de los ministerios de Obras y Servicios Públicos, Gabriel Katopodis, y de Vivienda y Hábitat, Jorge Ferraresi. Quizás muy próximos a las elecciones o con posterioridad a las mismas Seguridad, Turismo y varias secretarías de importancia tendrán otros jefes comunales como jefes. 

Es por eso que Fernando Gray, quien trabó la llegada del joven Kirchner al poder del justicialismo bonaerense, aún pueda mostrarse dentro del esquema oficial. La contención llegó por decisión del damnificado, como la mayoría de las pocas concesiones que alguien consigue en el frentetodismo. 

Mientras tanto, vuelan los candidatos, aunque ninguno tiene ni consenso ni confianza de algunos o del todo. El "todo" se asusta cuando le manifiestan que Sergio Berni puede ser candidato a diputado nacional en primer término. Por otro lado, ninguna de las mujeres que son las preferidas del Instituto Patria tiene un rol político que las lleve al éxito. 

Martín Insaurralde, el más conocido y relativamente aceptado, fundamentalmente por Máximo Kirchner y Sergio Massa, sabe que si vuelve a la Cámara de Diputados se esfumará del consciente colectivo si el actual presidente no cambia de ramo y va al Ejecutivo, algo muy poco probable. 

Queda Daniel Scioli. El ex gobernador tiene muchos apoyos, pero cuando se termina el debate, tampoco consigue la aprobación necesaria. 

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