Quienes presionan a Alberto Fernández para extender el confinamiento estricto

Pese a las desmentidas de Alberto Fernández y buena parte de su gabinete sobre la posibilidad de extender el confinamiento estricto más allá del 31 de mayo, el kirchnerismo liderado por Cristina Fernández de Kirchner ejerce presión para continuar con las restricciones severas al menos una semana más, advirtió el periodista Nicolás Wiñazki.

“Según mi información, Axel Kicillof y Cristina Kirchner están presionando para que el confinamiento siga una semana más. No estoy diciendo que esto vaya a pasar, pero es lo que está pidiendo Kicillof puertas adentro del Gobierno porque en la provincia de Buenos Aires el problema es mucho más complicado de lo que se animan a decir, y ahí está el electorado fuerte de Cristina Kirchner”, explicó Wiñazki en el programa W Ver y Rever, del canal TN.

Esta presión se ve reflejada en las últimas declaraciones públicas de funcionarios bonaerenses cercanos a Kicillof, como el ministro de Salud, Daniel Gollán, y de Seguridad, Sergio Berni, quienes en más de una oportunidad han comentado que nueve días de confinamiento resultan “insuficientes” para contener la segunda ola de contagios y descomprimir el sistema sanitario.

“Hay parte del Gobierno que dice que el confinamiento total debería seguir una semana más, y si bien desde Casa Rosada dicen que terminará el 31, la presión del cristinismo es muy fuerte, por lo que el Gobierno va a implementar el confinamiento intermitente”, señaló Wiñazki en relación al plan de Alberto Fernández de instaurar un cierre estricto de actividades solo los fines de semana.

De todas formas, la aplicación de la cuarentena intermitente depende de la eficacia que tengan las medidas que se dispusieron en los últimos días para detener la suba de contagios y muertes por covid-19.

Por otro lado, el conductor aseguró que Alberto “va a intentar que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, no abra las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires después del 31 de mayo”. 

Esta idea va en contra de la estrategia del líder porteño, quien según Wiñazki “está convencido por ahora de que el 1 de junio, al menos en los colegios primarios, vuelven las clases presenciales”.