Rebelión bonaerense

Intendentes de Buenos Aires, desolados porque no los escuchan

Los intendentes del Frente de Todos de la Provincia de Buenos Aires hablan, intercambian mensajes, reciben funcionarios provinciales y nacionales en sus distritos, pero se sienten sólo un eslabón menor dentro del concierto, impreciso y desafinado que brindan en otros ámbitos.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare miércoles, 26 de mayo de 2021 · 21:27 hs
Intendentes de Buenos Aires, desolados porque no los escuchan

"Lo de la carne nos terminó de matar. Tuve que bajar de fase antes que los anuncios del presidente y la gente ya me decía de todo. Con el cierre de las exportaciones no hicieron más que tirarnos mil toneladas de escombros encima", dijo un importante intendente del Frente de Todos, reelecto en un par de oportunidades, del centro sur de la Provincia de Buenos Aires

Jefe de una administración por demás prolija, es uno de los pocos que gestionan representando al frentetodismo en el interior bonaerense, donde las vacas y y la soja sobresalen. Es una de las localidades que, como en tantas otras, la imagen personal del intendente supera la alianza electoral nacional.

En su sección electoral, la cuarta, a nivel nacional y provincial ganó Juntos por el Cambio en 2019. "La gente ya nos tenía idea por lo que hicimos en la época de Guillermo Moreno y la 125... Con esto no hicieron más que agigantar todos esos fantasmas", se quejaba casi sin querer una respuesta. 

Además, en esas localidades, nada estaba preparado para contener una pandemia. Hasta el año pasado, se contaban con los dedos de una mano las camas de Terapia Intensiva disponible. Hoy se duplicó y, por supuesto, están todas ocupadas. Lo que en el conurbano sería un número bajo, en los pueblos del interior 50 camas, por ejemplo, son la totalidad de las disponibles. 

"No tienen que habilitar un zoom para cincuenta personas... Sólo con preguntarnos a tres o cuatro sabrían lo que deberían hacer con respecto al campo", dijo el jefe comunal que igualó esta situación con la pasada cuando Moreno ejecutaba las políticas que pretendían "cuidar la mesa de los argentinos". Al respecto, agregó que "si quieren saber como detener las desviaciones en la comercialización y la evasión impositiva y hasta el contrabando, que pregunten... No que vuelvan a ingresar con una motosierra al quirófano".

Del mismo modo, el lunes MDZ había publicado opiniones de un puñado de jefes comunales del Conurbano que también se sentían desplazados de la toma de decisiones y que por eso se les hacía muy difícil aplicar las medidas restrictivas que solicitó el presidente Alberto Fernández y el gobernador Axel Kicillof para el AMBA. 

Por eso no sorprende que la Fase 1 reconvertida no pueda ser aplicada en el Gran Buenos Aires con la rigurosidad que pretendían. Los intendentes tampoco creen que la solución sea de carácter punitiva. Avisan, sugieren y en algunos casos procuran, con reuniones casi diarias, que los bares y restaurantes no abran y sólo trabajen con el take way. 

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