Pandemia

Pandemia: están atentos a la ocupación y prevén medidas graduales

En Mendoza se generó una paradoja: buscan que haya más ocupación hotelera y menos ocupación hospitalaria. A diferencia del año pasado, buscarán medidas graduales. Incertidumbre por la falta de comunicación con la Nación.

Pablo Icardi
Pablo Icardi viernes, 2 de abril de 2021 · 09:48 hs
Pandemia: están atentos a la ocupación y prevén medidas graduales

El año pasado los gobiernos de la Nación y la Provincia discutieron sobre las prioridades en medio de la pandemia: si era más importante cuidar la salud o la economía. Pues en los dos ámbitos ahora reconocen que esa dicotomía fue dañina y por eso las nuevas estrategias para enfocar la segunda ola apuntarán a medidas más equilibradas; una gradualidad sanitaria. Y con el recorrido inverso al del 2020. Es decir, en vez de restringir todo y luego liberar, sumarán controles a medida que se agudice la crisis sanitaria. Tanto, que hay algún consenso en no volver a cerrar las escuelas de golpe como ocurrió en marzo del año pasado. 

Este fin de semana será clave y el Gobierno de la provincia presta atención a dos datos respecto a la "ocupación", pero que se refieren a cosas distintas. Por un lado están atentos a la ocupación hotelera, sobre lo que hay expectativa por el impacto que tiene el turismo en la economía. De hecho había un promedio de más del 80% de reservas. Pero además están atentos a la principal variable sanitaria para evaluar la capacidad de respuesta: la ocupación de camas en los hospitales, principalmente las de terapia intensiva. Hasta la semana pasada en el Gran Mendoza había una ocupación de camas de terapia intensiva del 62,24% y algo más baja en el resto de la provincia.

A nivel político la situación es inquietante. Las provincias esperan señales desde la Nación, pero la reunión "exclusiva" entre el presidente Alberto Fernández y el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta genera incertidumbre porque rememora lo ocurrido el año pasado. Claro, no estará allí el gobernador de Buenos Aires Axel Kicillof.

Desde la Nación aseguran que la estrategia es regionalizar y hacer lo más local posible cada decisión. El Ministerio de Salud de la Nación sí monitorea el estado de situación de todo el país, aunque con algunos yerros de interpretación de los datos. Pero la situación es incierta. No hubo comunicación entre la Nación y la Provincia. Rodolfo Suarez convocó a los intendentes para analizar la situación particular. Pero siempre con la espera de alguna señal. "Un Decreto de Necesidad y Urgencia cubre cualquier otra cosa que se decida en la Provincia. El año pasado con una situación muy diferente, Alberto mantenía a las provincias atadas de manos. Ahora, sin vacunas, con más casos y la economía en pésimo estado no dan señales de nada", se quejan en Mendoza. 

Lo que viene

La diferencia respecto al año pasado es que se realizan todas las prácticas médicas, incluidas cirugías programadas y de urgencia, que requieren la "reserva" de una cama UTI.  En la Provincia aseguran que han acelerado la realización de operaciones de ese estilo para descomprimir las listas de espera, sobre todo por la posibilidad de que en el mediano plazo haya restricciones. Eso ya ocurrió: si el impacto de la segunda ola es fuerte, la primera medida será suspender algunas especialidades médicas para liberar espacio en los hospitales para pacientes covid. 

El fin de semana largo será una muestra del impacto que puede tener la pandemia con todas las actividades habilitadas y con pocas restricciones a la movilidad. Si hay más contagios debido a eso se sabrá a lo largo de las próximas dos semanas. Pero desde el lunes puede haber medidas que apunten a reducir la movilidad, pero de manera gradual y no intempestiva. Así, podrían volver primero las restricciones horarias para reducir la movilidad entre los jóvenes. Esa medida ya se tomó en varias zonas y en el Este provincial. También pueden volver a reducir la capacidad del transporte público de pasajeros. Si no alcanza, los ajustes vendrán por las reuniones sociales. La intención es afectar lo menos posible las actividades económicas y educativas. 

Además de la cantidad de contagios, analizan en detalle quiénes son los que contraen el virus. Por ahora sigue la tendencia en cuanto a las edades: los jóvenes son los que más se contagian, quienes no demandan internación. El problema es que luego puede haber efecto contagio familiar, donde sí puede afectar a personas más vulnerables a la enfermedad. Además hay otro dato conceptual: que haya menos consultas. Es lo que surge del aumento de la demanda de testeos rápidos en los puestos que instaló el gobierno por el fin de semana largo.