Preocupante: más de 13.000 infectados de covid en la Policía bonaerense

Parte de la preocupación del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, por la segunda ola de coronavirus y su lobby para volver a Fase 1 también tiene que ver con el panorama preocupante que presenta la Policía bonaerense, golpeados profesionalmente y con un numero muy alto de infectados. 

Según fuentes de la fuerza, hay más de 13.000 efectivos policiales infectados por covid, de una dotación de 96.000. Casi un 14% de la fuerza de seguridad más numerosa del país está fuera de servicio por efectos virus. Una cifra muy preocupante, teniendo en cuenta que un porcentaje del personal se dedica a tareas administrativas y además los que hacen tareas en la calle y en comisarías rotan por turnos, 24 por 48 horas. 

Varios comisarios vienen comentado, desde que se firmó el DNU presidencial, que no están en condiciones de ordenar a la tropa para que salga a hacer cumplir las restricciones ordenadas por el Poder Ejecutivo Nacional. “La gente viene golpeada por la falta de actualización de los sueldos con la Federal y el desprestigio de la cúpula después de la rebelión del año pasado”. Además agregan que más del 70% de los efectivos no están vacunados y por eso tampoco hay un alto espíritu profesional. Incluso, hay muchos comisarios que tampoco pudieron vacunarse. 

“Recorrer el Conurbano en estas condiciones es más riesgoso que antes, no solo por el delito, sino también por el miedo a los contagios en las localidades más populosas”, sostiene un alto jefe de la Zona Norte del GBA. También admiten que, frente a este escenario, el delito y los jefes narcos juegan cada vez más de locales en los territorios. “La política y la Justicia miran para otro lado y el Gran Buenos Aires está en llamas”, sostiene con resignación.

Si bien el ministro de Seguridad, Sergio Berni, hizo una “razia” en la fuerza para evitar en el verano una nueva rebelión, lo concreto es que en La Plata están realmente preocupados por el cocktail explosivo entre el covid, la inseguridad y una Policía desmotivada y de brazos caídos.

No es causal que el propio Berni se haya sumado al reclamo de sus colegas Daniel Gollan y Nicolas Kreplak sobre la necesidad de hacer un cierre casi total de dos semanas para achatar la curva. Claro, el responsable de la Seguridad también quiere ganar tiempo para recuperar efectivos que puedan volver al servicio y frenar la cantidad exponencial de contagios.