Un famoso diario señaló a Alberto como a un presidente "equivocado"

Cada tanto aparece un error en la política que desata algún que otro escándalo. Si se revisa la historia de los últimos gobiernos de América Latina, estos errores escandalosos no son exclusividad de ningún color o partido político; son, en realidad, actuaciones típicas de la idiosincrasia política de estas regiones subdesarrolladas. De modo que, frente a este comportamiento naturalizado que tienen las clases dirigentes, a las ciudadanías no les queda más que esperar a ver qué respuesta ofrece el funcionario, político o dirigente que haya quedado envuelto en el escándalo.

El vacunatorio VIP no fue exclusividad argentina, lo tuvieron también Perú, Ecuador y Chile, por lo menos es lo que se sabe hasta ahora. Pero lo cierto es que, penosamente, no sería una sorpresa que otros países pasen a formar parte de la lista de naciones con vacunatorios de privilegio. De modo que (entre otras cosas) lo que hay que ver en detalle es qué respuesta dio cada gestión frente a los responsables de tan desagradable comportamiento fraudulento en medio de una crisis sanitaria como la que atraviesa el mundo actualmente.

En el caso de la Argentina, bueno, el presidente Alberto Fernández echó a su ministro de Salud. Lo hizo, sí. Pero detrás de eso también hizo otra cosa: desde México, tildó la preocupación de jueces y periodistas como una payasada, porque "lo que tenía que hacerse, ya se hizo", dijo el Presidente aludiendo al despido de Ginés. Pues no sólo fue otra bochornosa respuesta para la ciudadanía, sino que también tuvo sus repercusiones a nivel internacional.

El diario New York Time publicó una nota de Diego Fonseca, que además de colaborar con este diario es director del Seminario Iberoamericano de Periodismo Emprendedor en CIDE-México y del Institute for Socratic Dialogue de Barcelona. Allí, sin tapujos, se señaló la actitud de Alberto como la de alguien que está "equivocado". 

"'Terminemos con la payasada', dijo Alberto Fernández en una visita a México. Así de equivocado". Así señala Fonseca las declaraciones del presidente de Argentina. No es para menos, ya que según el mismo columnista, en América Latina el "político, famosillo y amigo que se beneficia del funcionario que no sirve, sino que se sirve, exhiben un régimen de privilegio. Sin dudas, deben haber despidos y renuncias, pero también una mayor transparencia sobre los mecanismos de distribución de vacunas".

El problema, dice, es que "algunos de los funcionarios ni siquiera creyeran que actuaban de mala manera sino que hacían uso de un derecho adquirido por dirigir. Es un problema, claro: asumían con naturalidad que pertenecían a un círculo áulico que les proporcionaba prerrogativas".

Mauricio Macri intentó adjudicarle al Estado una deuda de su familia (Correo Argentino), intentó designar jueces a dedo; Cristina Fernández de Kirchner sigue impune frente al poder, como lo hizo Carlos Menem hasta su muerte; ahora Fernández echa solo a un ministro cuando lo que la ciudadanía esperaba es que despidiera a toda la cartera y funcionarios que accedieron a ese privilegio, y así, la enumeración podría ser infinita. Lo cierto, lo indudable, es que en estas regiones la casta política actúa sin ética, con privilegios, con nepotismo y autoritarismo; y eso, hasta que la sociedad no lo ponga como un eje de crecimiento, será un problema para el buen desarrollo de estas regiones.