Milani piensa mal de mucha gente... y puede tener razón

Mientras Gustavo Posse abría el período de sesiones ordinarias, en el Concejo Deliberante y en toda la manzana que también ocupa la vieja sede municipal no se hablaba de otra cosa que del robo a la casa de César Milani, en La Horqueta y de lo extraño que fue todo lo que sucedió en O Higgins 3636.

Al ex jefe del Ejército le faltan las pruebas pero no las certezas para sostener que fueron agentes vinculados con fuerzas que él conoce porque manejó o tuvo relación en el pasado las que entraron a su domicilio sin ningún tipo de miramientos y sabiendo lo que buscaban.

Por primera vez en mucho tiempo, cuando suceden situaciones de esta envergadura, una persona también de mucho carácter pero que tenía serias diferencias cotidianas con Milani no habló a pesar que el episodio de seguridad lo afecta directamente. Sergio Berni, el siempre locuaz ministro de Seguridad bonaerense aún no llegó hasta el lugar y sus asistentes más directos desconocen si habló con el damnificado que mandó múltiples mensajes en su declaración.

"Tengo las cámaras, el identikid y todo lo que necesitan para atraparlos rápidamente", señaló. El vehículo Gol utilizado en el robo apareció en Santa Rita, una de las villas cercanas al acceso norte, donde está La Horqueta. 

En los ámbitos políticos locales, donde se confunden la policía, los servicios de inteligencias, los Tribunales y el municipio por la cercanía de todas las instituciones que trabajan en la zona norte, no tienen dudas de que Milani "recibió un mensaje". "Desde el espionaje ilegal por el que se lo investiga a Mauricio Macri a su vieja rivalidad con Jaime Stiusso, que volvió a tener amigos importantes en el poder, todo puede ser", señalan.