Tensión política

Sospechas y desconfianza en la antesala de las elecciones 2021

La elección de autoridades del PRO derivó en un fuerte conflicto interno que la cúpula partidaria atribuyó a la influencia de la UCR. Por qué se alteró la convivencia en el oficialismo. Cómo será la negociación de las listas de candidatos de Cambia Mendoza.

Juan Carlos Albornoz
Juan Carlos Albornoz domingo, 28 de marzo de 2021 · 07:14 hs
Sospechas y desconfianza en la antesala de las elecciones 2021
Omar de Marchi y Alfredo Cornejo, dos protagonistas de las elecciones 2021. Foto: MDZ

La crisis que vivió en estos días el PRO tuvo repercusiones afuera del partido. Hubo radicales que advirtieron sobre la aparición de una "grieta" entre los amarillos. Y dirigentes importantes del PRO que culparon a la UCR de lo sucedido.

La elección de autoridades del PRO alteró la convivencia entre los socios más importantes de Cambia Mendoza, aunque ningún radical haya tenido intervención directa. Al final de una escalada de acusaciones dentro del PRO, la elección, propiamente dicha, no se celebró: dos días antes de la fecha fijada para ir a las urnas por primera vez, la Junta Electoral interna proclamó a una de las listas y bajó a la otra por diversas irregularidades.

La lista "ganadora" consagró a Álvaro Martínez como nuevo presidente del PRO en Mendoza. Se trata de un diputado joven que fue apadrinado por el actual jefe partidario, Omar de Marchi. El que quedó afuera de la competencia fue el senador Pablo Priore, quien era el candidato disidente.

Priore apeló ante la Justicia la decisión de la Junta Electoral y acusó en forma directa a De Marchi por este desenlace. La Junta partidaria, por su lado, atacó a Priore por actuar con "desidia y negligencia" en el proceso eleccionario: lo descalificaron, entre otras cosas, por no poner 150.000 pesos para pagarles a los celadores que iban a limpiar las escuelas donde se votaría este domingo.

Pero más allá de los cruces internos, en el PRO se instaló la desconfianza respecto de la UCR.

La cúpula del PRO cerró esta semana tensa con la sensación de que el radicalismo había metido la cola en un partido ajeno. Para la conducción, Alfredo Cornejo empujó a Priore a generar un conflicto interno en la fuerza que conduce De Marchi. "Intentó dividirnos, pero no pudo", señalaron.

Los aliados de De Marchi festejaron el resultado, aunque haya sido de escritorio. Por ejemplo, la Junta Partidaria Nacional avaló las decisiones del PRO en Mendoza. Priore, además, fue perdiendo soldados en la batalla: denunció una desaparición de fichas de afiliados que ni siquiera uno de sus aliados de la junta provincial avaló.  

En el entorno de De Marchi dudaron también de las reales motivaciones de Priore para enrarecer la interna del PRO, dado que no podrá acceder este año a una nueva reelección como legislador porque la carta orgánica de su partido se lo impide.

Más allá de toda polémica menor, la real importancia de esta batalla ciega por el sello del PRO en Mendoza es que se aproximan las elecciones y el armado de las listas de candidatos. De Marchi se propuso hace tiempo fortalecer a su partido para tratar de posicionarlo mejor cuando llegue el momento de la negociación de cargos con el radicalismo.

Pero no será fácil. La relación de fuerzas es desigual. La UCR, además, desde hace tiempo reparte sólo entre correligionarios los lugares principales de la presunta lista oficialista. El "plan A" es radical-radical: Cornejo y Julio Cobos liderarían la boleta nacional de Cambia Mendoza. 

La incertidumbre respecto de la realización de las PASO agrega otro dato negativo para el socio menor del radicalismo. De Marchi ya se animó en 2019 a enfrentar a la UCR en una primaria por la candidatura a gobernador, porque en este tipo de elección participan los independientes. En cambio, si hubiera que hacer una interna cerrada por la suspensión de las PASO, el caudal de afiliados del radicalismo le quitaría toda esperanza.

Por ahora, todos se manejan con la presunción de que sí habrá PASO, a pesar del reclamo de los gobernadores que no quieren que se vote en medio de la pandemia. El cronograma electoral nacional sigue vigente (sólo el Congreso podría alterarlo) y establece en concreto que el 8 de agosto se hará la primaria.

Según la idea que mantienen los radicales mendocinos, las elecciones nacionales y provinciales serán unificadas por el gobernador Rodolfo Suarez. Por lo tanto, la fecha a tener en cuenta por todos es el 19 de junio, que es la fijada para la presentación de listas de candidatos. Hasta entonces habrá tiempo de discutir el armado.

"Falta mucho para abrir esa discusión", señalan en la UCR. Además, para algunos de ellos, el conflicto por el control del PRO todavía no terminó.

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