El verdadero motivo de Alberto Fernández para hacer el acto en Plaza de Mayo
El acto encabezado por el presidente para conmemorar el Día de la Militancia no solo tuvo por objetivo hacer una demostración de poder hacia Cristina Fernández de Kirchner y La Cámpora, sino además para enviar un mensaje "contundente" a Kristalina Georgieva.
El acto encabezado por Alberto Fernández el miércoles pasado en Plaza de Mayo para conmemorar el Día de la Militancia, no solo tuvo por objetivo hacer una demostración de poder hacia la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y La Cámpora, sino además para enviar un mensaje "contundente" a Kristalina Georgieva en el marco de las negociaciones del gobierno argentino con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el arreglo de la deuda.
"Alberto Fernández necesitó esa plaza para hacer una demostración de autonomía frente a Cristina Fernández de Kirchner y además para demostrarle a los países que dirigen el FMI que la derrota no lo afectó y que él está en condiciones de negociar porque tiene el respaldo del oficialismo", sintetizó anoche el periodista Carlos Pagni en su editorial del programa Odisea Argentina, del canal LN+.
Aunque se intente mostrar una cohesión puertas adentro ante lo que podría negociarse con el organismo internacional, en el Frente de Todos las internas son prácticamente irreconciliables y un sector vinculado al peronismo más ortodoxo está prácticamente desesperado en que se llegue a un acuerdo con el FMI.
Según Pagni, la concentración convocada por Alberto Fernández el miércoles posterior a la derrota electoral, fue una "demostración de poder centralmente hacia Cristina Fernández de Kirchner" y que hizo juego "con otro episodio que el Gobierno quiso pasar inadvertido: cuando hubo aquel piquete de ministros en contra del presidente después de las primarias, se dieron pronunciamientos de los movimientos sociales, de un grupo de gobernadores peronistas (entre los que estaba Juan Manzur) y de la CGT a favor de Alberto y en contra de Cristina, a quien se la veía moviendo los hilos de un vaciamiento de poder hacia el Gobierno".
"Eso fue una primera exhibición de un grupo ortodoxo de centroderecha que quiere orden, un acuerdo con el FMI y que la Argentina normalice su economía por una vía clásica", añadió.
En ese sentido, el conductor aseguró que "la plaza del miércoles pasado fue pensada para Cristina Fernández de Kirchner, pero pensada sobre todo para Kristalina Georgieva, la directora gerenta del FMI".