Alejandro Nicolás Martínez: condenado a muerte por abandono
Las ley nacional nº 26657, conocida como "de salud mental", fue presentada como una norma progresista inspirada en el rechazo a los llamados "manicomios" pero que, en la práctica, lo que hace es abandonar a la gente a su suerte, como sucedió en San Clemente del Tuyú.
La ley nacional nº 26657 se inspiró en los preceptos de una de las medidas menos conocidas del gobierno de Ronald Reagan en el contexto de las llamadas "Reganomics", consagrando una serie de derechos basados en el rechazo a las instituciones popularmente conocidas como "manicomios". Alejandro Nicolás Martínez murió como consecuencia de esta ley que deja al padeciente mental a su suerte, atando las manos del Estado e impidiéndole intervenir en su favor.
Los hechos que se desataron en el hotel 5 estrellas Fontainebleu de San Clemente del Tuyú se podrían haber evitado si la ley permitiera la intervención de profesionales en salud mental que tuvieran la potestad de poner en custodia médica a quien, como Martínez, muestre claramente conductas psicóticas, en este caso, causadas por el consumo de estupefacientes.
Es obvio que la policía de la provincia de Buenos Aires no está ni entrenada ni capacitada para abordar estos casos. Tal como sucedió tanto en este caso, como en el de "Chano" Charpentier, el entrenamiento policial hace que estas situaciones devengan inexorablemente en el uso de la violencia como método de control.
El psiquiatra de la unidad penal XV de Batán, Francisco Bordón, en una entrevista con la FM 99.9 de Mar del Plata puntualizó los riesgos que implican los actuales límites de la ley nacional nº 26657. "Los psiquiatras y las asociaciones han marcado que la nueva Ley de salud mental tiene algunas deficiencias en las posibilidades de internar a gente que sufriera algún trastorno. Hay muchas personas que lo padecen y no se dan cuenta que están enfermos. La ley hace primar el derecho a la libertad sobre el derecho a la salud y eso genera inconvenientes con los familiares que quieren hacer una internación compulsiva", dijo.
Según relató el propio Sergio Berni, en el caso de Martínez, ya en tres oportunidades lo habían encontrado deambulando por San Clemente del Tuyú completamente ausente por efecto de las drogas. Los datos disponibles dan cuenta de que esta localidad del partido de la Costa tiene 12.126 habitantes. Martínez se alojaba en un rumboso hotel 5 estrellas. Según las declaraciones del propio ministro de Seguridad, estaba allí permanentemente drogado. Ahora, ¿nadie advirtió, al encontrarlo en la vía pública en dicho estado que, amén de ocuparse de él, había que establecer quién le vendía la droga? Sin embargo, parece que nadie en un pueblo de 12.126 habitantes tiene idea quién era su proveedor.
Las palabras de Berni dan cuenta de la dimensión del rol deficitario de un Estado que se ausenta de las tareas de prevención y de protección a los consumidores de drogas, que son un riesgo tanto para ellos mismos como para terceros. Un Estado que mira pasivamente el negocio de las drogas como algo ajeno a su rol esencial, que es el de combatir el narcotráfico.
La muerte de Alejandro Nicolás Martínez exige saber cómo y en qué contexto se produjo su deceso en la comisaría de San Clemente del Tuyú, pero también abre otros interrogantes al respecto de lo que sucede en esa localidad de escasos 12.126 habitantes.