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El dinosaurio Jorge Capitanich, retrógrado y antidemocrático

El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, hizo una curiosa interpretación sobre la influencia de los medios en la gente. Una visión retrógrada y antidemocrática.

MDZ Política
MDZ Política viernes, 19 de noviembre de 2021 · 18:12 hs
El dinosaurio Jorge Capitanich, retrógrado y antidemocrático
El día en que Capitanich rompió un diario.

No es la primera vez. El actual gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, hace tiempo tiene entre sus objetivos limitar, regular y controlar la actividad de los medios de comunicación.

La publicidad de los actos de Gobierno, el acceso a la información pública y la libertad de prensa son instituciones básicas de las repúblicas democráticas. Capitanich fue un fervoroso impulsor de la frustrada ley de medios que impulsara el kirchnerismo para limitar y controlar a los medios de comunicación.

En la esencia de los autoritarismos fascistas populistas, como el que encarna Capitanich, la libertad de prensa es un objetivo a disminuir o limitar cuanto menos. Sólo las voces afines son bienvenidas y permitidas. El disenso, la crítica, la no obsecuencia, incomodan, perturban y sobre ellas hay que intervenir.

Vale recordar también la imagen triste e intempestiva de Capitanich, cuando como jefe de Gabinete y en conferencia de prensa rompió páginas del diario Clarín. Antecedente de exceso intemperante y falto de equilibrio.

Ahora propone regular los medios porque ”la gente piensa lo que los medios y los periodistas proponen”. “Crean marcos mentales”, dijo, los que aparentemente penetran en sus votantes, mientras los que no los votan “estarían blindados a los mensajes del oficialismo o de los medios afines”.

Un despropósito argumentativo donde coloca a millones de argentinos como incapaces, maleables y faltos de inteligencia y capacidad de voluntad propia. Otro rasgo característico de los autoritarios que desprecian la capacidad y la libertad de  pensamiento e interpretación de los ciudadanos. Todos debemos estar atentos al nazismo que conllevan las ideas y declaraciones de Capitanich, que obviamente no habla sólo por voluntad propia.

La República Democrática debe estar vigilante y firme ante este nuevo intento del populismo autoritario.

 

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