Cinco claves de la reforma a la salud privada que planea el Gobierno
El Gobierno nacional está cada vez más decidido en apurar una reforma integral del sistema de salud en la Argentina que incluya una mayor injerencia estatal en el sector privado y en los aportes de los trabajadores y empleadores a las obras sociales.
El Gobierno nacional está cada vez más decidido en apurar una reforma integral del sistema de salud en la Argentina que incluya una mayor injerencia estatal en el sector privado y en los aportes de los trabajadores y empleadores a las obras sociales, lo que podría generar un nuevo frente de conflicto con las empresas y los sindicatos por el manejo de una supercaja de miles de millones de pesos.
Dicho plan de reforma tiene al menos cinco ejes que el kirchnerismo planea usar como herramientas de coerción contra el sistema de salud de gestión privada y sindical, según contó el periodista Carlos Arbia en el programa Verano de noticias, del canal LN+.
Las claves del proyecto son:
- Creación por ley del Sistema Integrado Nacional de Salud (Sinsa).
- Creación de un Fondo Nacional de Salud con el aporte de trabajadores y empleadores que será administrado por la Afip.
- Instalación de una nueva modalidad de elección para las obras sociales de los trabajadores.
- Creación de una Agencia Nacional de Laboratorios Públicos para producir medicamentos nacionales.
- Integración total del subsector público (Estado, provincias y municipios) con el sector de la medicina prepaga privado para crear la agencia nacional Red de Establecimientos Públicos de Toda la Argentina (Respuesta).
Este proyecto pensado desde el Instituto Patria podría convertirse en un nuevo talón de Aquiles para el Gobierno nacional, consideró el periodista Pablo Fernández Blanco: “Esta es la 125 de la salud (en alusión a la iniciativa de retenciones móviles al campo impulsada en 2008). Si el Gobierno quiere un problema, se lo está encontrando porque esto une las voluntades de los empresarios y los sindicatos”.
De hecho, su colega Beto Valdez aseguró que dicho plan “no estaba en la agenda del presidente Alberto Fernández y mucho menos de Ginés González García”, y señaló que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner tiene “blancos muy concretos: los gordos e independientes del sindicalismo, y la cabeza de Claudio Belocopitt, sin importarle que sea un hombre cercano a Sergio Massa y José Luis Manzano”.
Pero la avanzada del kirchnerismo no terminaría en eso. Willy Kohan comentó que “hay un rumor muy fuerte que ubica en la Superintendencia de Salud a Liliana Korenfeld, una soldado incondicional de Cristina Kirchner” desde sus épocas en Santa Cruz y que ya había presidido la Superintendencia de Servicios de Salud de la Nación en el segundo gobierno de CFK, siendo recordada por la arbitrariedad en aquellos tiempos a la hora de repartir los fondos para las obras sociales.
“La preocupación entre los privados y las obras sociales sindicales es que el nombre de Korenfeld sea una cabecera de playa del kirchnerismo en el área del sistema de salud”, anticipó Valdes.