Suspensión de las PASO: los intereses ocultos del Presidente y los gobernadores
Los mandatarios de la mayoría de las provincias le hicieron saber al Presidente que no quieren que este año haya elecciones primarias, pero a este pedido no se sumaron la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, padrones claves para la decisión final.
Apoyándose en el enorme gasto económico que implica la logística electoral, en un contexto de profunda crisis económica, y la necesidad de evitar aglomeraciones y circulación masiva, los gobernadores de la mayoría de las provincias volvieron a hacerle saber al presidente Alberto Fernández que quieren que este año se suspendan las elecciones primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO).
Pero dos de las jurisdicciones que no se plegaron al pedido son la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, que entre ambas juntan más del 40% del padrón electoral y sin ellas, suspender las PASO no tendría un impacto marcado.
Por un lado Kicillof habló de las dificultades que representa suspender las PASO en la Provincia ya que implicaría derogar la ley con el apoyo de la oposición y a su entender el proyecto pasaría por Diputados sin problemas, pero se estancaría en el Senado, donde la oposición es mayoría.
Por el otro Rodríguez Larreta manifestó su decisión de que las PASO se lleven adelante con total normalidad y en la mayoría del espacio opositor que encabeza no quieren que las elecciones se suspendan. Además sería un contrasentido que habilite las clases, con el movimiento urbano que conlleva, y se manifieste en contra de las primarias.
Para que este año no haya PASO, los gobernadores saben que el acuerdo político debe contar con la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires y para ello necesitan una mayoría especial para aprobar la ley que la otorgan 129 diputados y 37 senadores, es decir, la mitad del cuerpo total de las cámaras.
Según consigna el portal Infobae, los gobernadores están plantados en una postura que consensuaron y que tiene un trasfondo de intereses políticos. No quieren que el kirchnerismo intente marcarles la cancha en sus provincias, especialmente La Cámpora, la agrupación ultra K que viene ganando lugares en todos los escalones del Estado y que quiere crecer en volumen territorial camino al 2023.
Ante las presiones de los gobernadores, Alberto Fernández incluyó en el temario que el Congreso debe tratar durante las sesiones extraordinarias el proyecto para suspender las PASO, pero se desligó de la posibilidad de encabezar las negociaciones para construir un acuerdo entre los mandatarios provinciales y el kirchnerismo.
El jefe de Estado sabe que la mayor parte del kirchnerismo no respaldará el proyecto y que los legisladores de Buenos Aires no acompañarían sin un acuerdo previo en el que Kicillof acepte bajar las PASO, por lo que quiere que los gobernadores le garanticen los votos para que sea aprobada.