Debilitado

Dos síntomas del conflicto interno que desgasta a Alberto Fernández

La situación en torno a la figura de Amado Boudou ha demostrado diferencias internas en el oficialismo y Alberto Fernández tuvo que contener un nuevo pedido de indulto al exvicepresidente. Pero paralelamente se resiente la relación con un socio clave.

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MDZ Política lunes, 11 de enero de 2021 · 16:02 hs
Dos síntomas del conflicto interno que desgasta a Alberto Fernández

El presidente Alberto Fernández se perfila para conducir el PJ nacional, pero está lejos de ser el líder indiscutido del peronismo. Esto ha quedado demostrado en los últimos días con dos episodios distintos que a la vez demuestran un desgaste en la figura del jefe del Ejecutivo. Por un lado, la solicitada que decenas de dirigentes firmaron pidiendo el indulto del exvicepresidente Amado Boudou, algo que Fernández se rehúsa a hacer. Pero por el otro, un distanciamiento con Roberto Lavagna, con quien Fernández había construido una suerte de sociedad.

La solicitada pidiendo la liberación de Boudou es un golpe directo a la autoridad del presidente. Días atrás había negado cualquier posibilidad de indulto afirmando que ya se había expresando en ese sentido durante la campaña y subrayando que no faltaría a su palabra. Incluso, sugirió que en todo caso se busque la amnistía del exvice a través del Congreso de la Nación. Pese a ello, este domingo se registró un nuevo embate interno de forma pública y con nombre y apellido.

En el listado de firmantes aparecen funcionarios del gabinete, como el ministro de Vivienda y Hábitat, Jorge Ferraresi, la titular de la AFI, Cristina Caamaño, la jefa del PAMI, Luana Volnovich; y los legisladores Carlos Heller, Leopoldo Moreau, Paula Penacca, Eduardo Valdés y Leandro Santoro, entre otros. También firma el subsecretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti.

Pero también suscriben alfiles de la defensa mediática de esta gestión como  los periodistas Víctor Hugo Morales, Roberto Navarro, Dady Brieva y Daniel Tognetti, entre otros. 

La solicitada apunta contra la justicia y la "guerra judicial" pero de rebote le pega a Alberto Fernández y sus declaraciones asegurando que "no hay presos políticos en Argentina" y su negativa a indultar al exvicepresidente.

Pero ese no es el único dolor de cabeza de Alberto Fernández en la construcción de poder. En los últimos días el presidente también ha tomado distancia de otro sector del peronismo con el que había logrado construir una buena relación: el lavagnismo.

Para muchos, este alejamiento se ve reflejado en los cambios en el BCRA alejando del directorio a Carlos Hourbeigt, mano derecha del ex ministro de Economía. Incluso, no ocultó su malestar con diputados del espacio al cual pertenece Roberto Lavagna.

“Yo hago una diferencia entre Roberto y los diputados que dicen representarlo, porque allí yo veo una conducta diferente. Veo una conducta más obstruccionista, una conducta más competitiva con el gobierno, más de competitividad política de esa que a uno no le gusta, donde a veces hay oposición por la oposición misma”, expresó el 31 de diciembre en una entrevista con Radio 10.

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