Polémica

Todo por Kicillof: por qué la ayuda a Buenos Aires perjudica al resto de las provincias

La provincia de Buenos Aires concentra gran parte de los recursos discrecionales que reparte la Nación y hasta algunas provincias peronistas fueron perjudicadas. El Presidente profundiza la grieta y obliga a los gobernadores a pararse de algún lado de esa tensión.

Pablo Icardi
Pablo Icardi sábado, 12 de septiembre de 2020 · 10:21 hs
Todo por Kicillof: por qué la ayuda a Buenos Aires perjudica al resto de las provincias
Foto: Télam

Axel Kicillof asegura ser un economista heterodoxo; un joven rebelde de la política. En realidad  lo es solo en lo discursivo y académico, pues para la política aprovecha a la solución más ortodoxa de todas: acudir al salvataje nacional y emplear el halo de protección que tiene sobre él la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Ante la crisis aguda que enfrenta su gestión, la única alternativa hallada fue quitarle recursos a un distrito para direccionarlos solo hacia la provincia de Buenos Aires, receta empleada durante los 9 meses de gestión que lleva el ex ministro de Economía. 

Aunque el conflicto está centrado en la disputa con la Ciudad de Buenos Aires, a quien le quitaron recursos, la estrategia para salvar a Kicillof afecta a todas las provincias. Incluso a los 19 gobernadores que firmaron una solicitada respaldando la medida intempestiva tomada por el presidente Alberto Fernández. Mientras todos los mandatarios recorren el duro camino del peregrino hacia Casa Rosada para conseguir recursos nacionales en medio de la crisis generada por la pandemia, Buenos Aires ya superó cualquier récord.

Hasta principios de septiembre se transfirieron más de 103  mil millones de pesos de manera discrecional en todo concepto y a eso habrá que sumarle otros 30 mil millones por el pase que se hizo desde la Nación de recursos de la Ciudad.  Ese distrito se llevó el 48% de todos los recursos discrecionales que transfirió la Nación y, de esa manera, el resto perdió participación relativa en esa "torta".

Por poner un ejemplo: Córdoba recibió el año pasado un 15% del total de recursos discrecionales. Este año solo el 6%. Lo mismo le pasó al resto, salvo a Tucumán, que también duplicó su participación.Los pagos discrecionales a Buenos Aires crecieron más de un 600%. Fuera de cualquier escala. Mendoza juega en otra liga y es la provincia que menos recursos líquidos recibió por habitante. Solo 2700 pesos per cápita, contra los 17 mil de La Rioja, 18 mil de Santa Cruz, 6 mil de Buenos Aires por poner algunos ejemplos.

"Hay injusticias históricas. Pero hoy la diferencia se da en los recursos discrecionales que reparte la Nación. En coparticipación la Provincia de Buenos Aires y Mendoza son las más perjudicadas. Buenos Aires lo corrigió mucho en la gestión de Macri y ahora se potencia", analizan en el Gobierno, donde recalcan que esa provincia recibió 65 mil millones de pesos que no tiene que devolver. "Puede haber asimetrías o injusticias estructurales. Pero la lógica no es que le quites a alguien para beneficiar a uno solo. Si mañana hay un reclamo por cloacas en Chaco, la solución no es romperle las cloacas a la Ciudad", grafican.

Un porteño en el conurbano

Axel es gobernador de Buenos Aires, pero igual que el presidente Alberto Fernández es más porteño que el tango. Hizo toda su carrera por la avenida de sectores de perfil alto y acomodado. Salió del Nacional de Buenos Aires, estudió economía en la UBA y en esa facultad tuvo sus primeras "batallas". Aún son recordadas las peleas por la conducción y la caja que maneja el Centro de Estudiantes de Económicas de la UBA entre los dirigentes de la agrupación TNT, que él conducía, con Franja Morada y en particular con Emiliano Yacobiti, un radical porteño que es parte de la conducción de ese partido.  Esa visión porteña de la política no cae del todo bien en el conurbano y también en las provincias. 

Los gobernadores de Buenos Aires no llegan a presidente por voto popular; es casi una maldición. Sin embargo quien "gobierna los votos" de ese distrito puede tener el poder nacional. También es una ley de la realidad. En el sitio de los "barones" quien conduce es la vicepresidenta Cristina Fernández y Axel es su ahijado político. Mantener el poder en el conurbano es el bien superior a cuidar. 

La decisión del Presidente dividió las aguas; profundizó la grieta y obligó a los gobernadores a pararse de algún lado. La solicitada en apoyo la firmaron casi todos los mandatarios oficialistas. Solo el cordobés Juan Schiaretti quedó afuera. 

Los opositores también. Rodolfo Suerez, por ejemplo, tuvo un rechazo "pasivo" en lo  público. No comunicó su malestar, pero sí hubo mensajes cruzados con Horacio Rodríguez Larreta,. Y el gobernador de Mendoza vuelve a estar en una posición incómoda, pues no tiene intenciones de generar rispideces públicas con el Presidente, pero cada vez se le hace más difícil mantener ese equilibrio. Suarez, como le ocurrió al resto, cayó en la trampa el jueves pasado: en plena crisis por las protestas policiales apoyó a Fernández. El presidente tomó esa "energía" para bien propio. 

Mendoza está en una situación financiera compleja. Para evitar estallidos internos el Gobernador adelantó el cronograma de pago del aguinaldo de los trabajadores esenciales. Pero lo hizo sin plata: emitirán una letra del tesoro (deuda a corto plazo) para conseguir los recursos. Deuda para gastos corrientes, la fórmula que Suarez quería evitar. 

 

Archivado en