Portezuelo del Viento

Qué pasará con "la obra del siglo" y otros proyectos para reactivar Mendoza

A pesar de las trabas, el Gobierno se ilusiona con que Portezuelo del Viento se haga. Suarez no accede al pedido de algunos sectores para diversificar esa inversión. Las otras apuestas.

Pablo Icardi
Pablo Icardi sábado, 29 de agosto de 2020 · 11:00 hs

Hay una realidad que los datos no reflejan aún: más de la mitad de los mendocinos viven bajo la línea de pobreza (medida por ingresos) y el desempleo supera los dos dígitos. En septiembre se conocerán los datos oficiales, pero la información tendrá algunas distorsiones (como el impacto del IFE y otras medidas). En el fondo, la situación económica y social que sembró la pandemia es uno de los problemas estructurales a resolver. 

En Mendoza no hay muchas alternativas en el horizonte. La obra privada y "una" obra pública son las grandes esperanzas para impulsar la actividad. Esa obra "singular" es Portezuelo del Viento, el proyecto que estará en el extremo sur de la provincia y cuya ejecución se empantanó por problemas políticos y algunas impericias propias. El gobernador Rodolfo Suarez aseguró a MDZ que la intención es seguir con Portezuelo y usar los dólares que la Nación envía para ejecutar esa obra. Suarez tiene una visión optimista y confía en que confluirán dos caminos complejos. El político, con las trabas puestas por la Nación y las provincias del COIRCO, y el administrativo, con una licitación que tiene como único oferente a un consorcio liderado por una empresa china y que tiene dos etapas demoradas. "Portezuelo va muy bien. Los votos de Neuquén, Río Negro y Buenos Aires cambiaron. Así lo dijeron en la última reunión del COIRCO. La idea de la Nación es que Portezuelo se haga", aseguró Suarez, optimista.

Mendoza cedió a que las provincias y la Nación analicen los estudios de impacto ambiental que fueron cuestionados y que "si hay que cambiar algo, se cambiará". Además, proponen que sea el COIRCO quien controle el plan de llenado. Con eso, buscan que el arbitraje que debe hacer Alberto Fernández sea favorable a Mendoza. 

Mendoza tiene una situación curiosa. En las lánguidas cuentas públicas los ingresos para inversión de capital crecen y se indexan según el tipo de cambio. En realidad son fondos congelados porque son las transferencias que hace la Nación para ejecutar Portezuelo del Viento. Dólares inmovilizados hasta que la obra se adjudique y comience. Por las demoras y la crisis, hay quienes sugieren destinar esos recursos a otras obras de ejecución más rápida, diversa y "federal". Incluso en el oficialismo. Suarez no cambiará el destino de los fondos, al menos mientras la obra siga en pie. "Se podrían hacer rutas, pero eso no deja nada. Portezuelo tiene el virtuosismo de generar otras obras. Con lo que deja se puede armar un polo energético y los otros gobiernos van a poder construir otras represas", explica. Las regalías por la generación de energía de la represa quedan para la provincia y tienen destino específico: un fideicomiso para hacer otros emprendimientos energéticos. Las dudas son sobre la demora y los problemas que tiene el proyecto. 

El proceso de licitación tuvo idas y vueltas y no generó algunas de las "máximas" previstas, como que haya competencia, convergencia y que las empresas mendocinas sean parte del consorcio. Se presentó solo una UTE que tiene a una empresa china como líder y tres firmas mendocinas que "copan" el cupo de compre local. La apertura de los sobres 2 y 3, con las ofertas técnicas (cómo se hará la obra) y económica (cuánto saldrá) se postergó sin fecha. En el Gobierno acusan que es por la complejidad del análisis. Que sea una china (Sinohydro como líder y Power China como respaldo) lo hizo más complicado. Las empresas locales no están en su mejor momento y dependen de los chinos para dar respaldo. IMPSA busca rescate del Estado, CEOSA tuvo que ceder sus bienes a un banco y Obras Andinas no tiene el volumen suficiente aún. 

Una novedad que tendrá la obra es que el control será tercerizado, es decir la inspección la hará una consultora y no el propio Estado. Para eso se va a hacer una licitación particular. El modelo es distinto al usado en la última gran obra que se hizo. Fue el caso de Potrerillos, donde la inspección sí estuvo a cargo del Estado. 

Con un optimismo fuera de contexto, en el Gobierno se ilusionan con que Portezuelo arranque el año que viene. Pero nadie se anima a confirmarlo porque aún no está claro si la empresa cumple los requisitos para hacerla. Tampoco si la Nación liberará el camino como se ilusiona el Gobernador. Allí hay un contexto político imposible de obviar: Mendoza es gobernada por la oposición y Portezuelo sigue teniendo la marca del acuerdo "Macri - Cornejo". Por eso, se especula, solo se hará si se deshilacha la versión "Cambiemos " del acuerdo y se construye uno nuevo con el sello de "Alberto". 

Las alternativas

Portezuelo significan 1023 millones de dólares limpios para Mendoza. Al dólar real (el informal) es más de medio presupuesto provincial completo, lo mismo que el presupuesto de obras de varios años juntos. La provincia nunca tuvo esa disponibilidad de recursos propios para obras sin endeudarse. Potrerillos costó un cuarto de ese monto y la mitad del dinero lo puso la empresa concesionaria. En este caso el aporte es 100% estatal sin riesgo para la UTE que haga la represa, las rutas, la central hidroeléctrica y el nuevo pueblo Las Loicas.

Fuera de Portezuelo, la provincia tiene pocas alternativas de inversión que muevan la aguja. Esperan que haya acuerdo con los acreedores para refinanciar la deuda y que se liberen recursos y, a futuro, se abra nuevamente el mercado de capitales. 

Pero la inversión privada, principalmente en la construcción, es uno de los temas a los que Suarez le pone foco. Por eso relanzarán el plan de viviendas con participación público - privada, donde el Estado pondrá los terrenos y algo de dinero, pero la inversión será de las empresas. 

El resto depende del fin de la pandemia. El turismo es uno de los sectores más golpeados, pero esperan un "rebrote" cuando haya vacuna. "El turismo al aire libre que ofrece Mendoza puede ser un gran capital, como lo fue en 2002", se ilusionan. Fuera de eso, siguen los lamentos en lo que Suarez considera la "gran oportunidad perdida". Se trata de la minería, el sector con el que el Gobierno de Cambia Mendoza pretendía, justamente, cambiar la provincia. 

 

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