Opinión

La Constitución "olvidada"

El abogado Juan Manuel González Bustinze del Centro de Estudios Constitucionales de Mendoza, deja su opinión sobre la reforma constitucional que busca el Gobierno provincial.

Redacción MDZ Online martes, 18 de agosto de 2020 · 17:22 hs
La Constitución "olvidada"
El ministro de Gobierno, Víictor Ibañez cuando presentó el proyecto de reforma de la Constitución. Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

El martes 11 de agosto el Ejecutivo provincial envió a la Legislatura un proyecto de Ley que busca declarar la necesidad de reformar la constitución de Mendoza. En la exposición de motivos del proyecto se hace una breve referencia a la historia constitucional de Mendoza en la que se omite mencionar parte importante de la misma ya que lamentablemente, sin sorprender a nadie, no se menciona la reforma constitucional de 1949.

Para entender un poco el porqué de la omisión resulta necesario hacer un poco de historia. En el año 1946 la provincia era gobernaba Fasutino Picallo miembro de la Unión Cívica Radical que luego pasara a formar parte del naciente Partido Justicialista. Picallo, tomando el plebiscito que había votado el pueblo de Mendoza unos años antes a favor de reformar la Constitución, convocó a la elección de Constituyentes para reformar el texto constitucional vigente hasta ese momento (redacción de 1916). La necesidad de la Reforma tuvo una férrea  oposición del Radicalismo conservador encarnado en la figura de Isidoro Busquets quien luego a pesar de ello fue convencional constituyente. En marzo del 48 comenzó a trabajar la Convención Constituyente, y en marzo del año siguiente (1949) quedó sancionada la nueva Constitución Mendocina.

En este punto corresponde hacer una breve aclaración que el proyecto actual omite en su exposición de motivos, el proceso de reforma constitucional de aquel momento fue impecable, ya que se cumplieron con todos los pasos que el texto constitucional vigente exigía, plebicito previo del pueblo, convención constituyente y sanción del nuevo texto.

El abogado Juan Manuel González Bustinze del Centro de Estudios Constitucionales de Mendoza.

Mendoza en aquel momento se encontraba más adelantada que la Nación, ya que a nivel Nacional se estaba transitando el proceso de reforma de la Constitución impulsado por el peronismo, tal es así que el 11 de marzo, solo unos pocos días después de que Mendoza sancionara su propio texto, la Nación Argentina aprobaba la nueva constitución Nacional.

Como la reforma de la carta magna Nacional también fue de carácter integral y teniendo en cuenta que las provincias deben tener sus propias constituciones de acuerdo a los postulados de la de la Nación, se autorizó mediante una cláusula transitoria (la numero 5) a que la provincias por única vez puedan adecuar sus textos constitucionales mediante vía legislativa. Así fue que Mendoza en junio de 1949 haciendo uso de aquella potestad modificó nuevamente su texto para adecuarlo a las disposiciones de la Constitución Nacional. Esto fue realizado durante el gobierno de Blas Brisoli miembro del Partido Peronista.

Luego la historia se vuelve conocida, en 1955 se produce el golpe de estado encabezado por Pedro Aramburu, se proscribe al peronismo de la actividad política (por 18 años) y se deroga la Constitución Nacional mediante decreto del gobierno de facto. En esto Mendoza no fue pionera pero no tuvo mejor suerte que la Nación. El 1 de mayo de 1958 la dictadura militar nombró como interventor de la Provincia de Mendoza a Isidoro Busquets, aquel que se había opuesto a modificar la constitución durante el gobierno de Picallo, pero que pese a ello fue convencional constituyente y juro lealtad a la misma en el año 1949 y al igual que la Nación, mediante un decreto de facto  derogó el texto constitucional y se instauró nuevamente la redacción del año 1916.

La pregunta que surge de todo esto es: ¿Por qué se sigue negando la Constitución de Mendoza del año 49? ¿Porque se le niega entidad jurídica e histórica a un texto constitucional que estuvo vigente durante casi 10 años?

Para poder dar respuesta a estos interrogantes resulta necesario conocer que el texto de 1949 era eminentemente social, se caracterizaba por el gran desarrollo de los derechos sociales que se contraponía al espíritu liberal consagrado en el mal llamado “texto histórico” de 1916, ya que su vigencia se perdió luego del proceso histórico descripto. La negación de aquel texto sirve, entre otros tantos motivos, para facilitar los postulados actuales del neo liberalismo que entienden a la política como un gasto y que pretenden estados pequeños para favorecer la falacia del libre mercado como regla ordenadora de la sociedad.

Volviendo a la actualidad, el gobierno de Rodolfo Suarez, vuelve a silenciar esta parte de nuestra historia, entiendo que no es por desconocimiento ya que el autor del proyecto de necesidad de reforma es el ministro de Gobierno, Víctor Ibáñez quien es profesor de derecho Constitucional y no resulta verosímil que haya “olvidado” esto, entonces porque ese empeño en silenciar y proscribir nuevamente algo que fue el fruto del desarrollo institucional de nuestra provincia. En tiempos donde la institucionalidad cruje a punto de quebrarse el gobierno vuelve a cometer “errores” que agudizan la crisis.

Para hacer legítima una reforma de nuestra Constitución, resulta indispensable reconocer nuestra historia, dejar de convalidar actos ilegales del pasado, y reconocer la constitución del 49 como un hito histórico del que deberíamos partir a la hora de proponer una nueva. No pretendo sostener a esta altura que la constitución mencionada está vigente, pero sí que sea una base para la consagración de derechos y para el diseño institucional de la provincia. Luego de que esto suceda la discusión sobre una nueva forma de organizarnos será válida y legitima.

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