Transmisión comunitaria: los datos que preocupan y los que alivian para mantener el distanciamiento

El cambio de situación epidemiológica de Mendoza respecto al coronavirus pone a prueba el sistema sanitario y el plan para el cual el Gobierno tuvo varios meses de margen para preparar. Pero también tensa una decisión clave: cómo administrar el distanciamiento y si es necesario o no retroceder. El gobernador Rodolfo Suarez decidió mantener el distanciamiento y apelar a la responsabilidad individual de cada mendocino, pero de reojo mira hacia Buenos Aires para saber si habrá algún cambio ordenado por el presidente Alberto Fernández. Ayer desde Casa Rosada confirmaron a MDZ que la decisión seguirá en manos del Gobernador. Al menos por ahora.

La fecha límite para la nueva situación es el 3 de agosto, día en que vence el Decreto de Rodolfo Suarez que estiró la política de Distanciamiento Social. Pero antes habrá un grupo de datos clave que se conocerán el próximo lunes. Se trata del "tiempo de duplicación de casos" de coronavirus que hay en la provincia. Según la disposición nacional, para mantener los privilegios del distanciamiento ese número no debe ser inferior a 15. En Mendoza los contagios se aceleraron y el tiempo de duplicación de casos es de 13,7 días. El "factor R", es decir la cantidad de personas que contagia cada persona portadora del virus, es de 1,6. Es decir cada persona portadora contagia "a más de una persona". 

El factor más importante para analizar tiene que ver con la capacidad del sistema de salud. Ya está en marcha el operativo para alojar a personas con bajo riesgo en sitios alternativos. Además de los hoteles, se usará el Polo Judicial (que fue estrenado con la instalación de las camas traídas desde la mina Potasio Río Colorado de Malargüe), los polideportivos municipales adaptados y hasta la Nave Cultural. La cantidad de camas de baja complejidad es "elástica" porque se puede aumentar. Pero los recursos para pacientes agudos no. Por eso al hilar fino lo que se tiene en cuenta es la cantidad de camas y recursos disponibles de terapia intensiva. 

El Decreto que reglamenta en todo el país la estrategia para enfrentar la pandemia vence el 2 de agosto y estipula los tres requisitos para que un distrito esté o no dentro del distanciamiento. Incluso esa característica puede incluir aglomerados interprovinciales. Dos de los tres requisitos para "salir" de los privilegios los cumple Mendoza, pero en la interpretación de esa norma hay otros criterios. 

Qué preocupa

En el nuevo plan de abordaje hay algunos datos que preocupan. Uno de ellos es cómo se transmite el virus en zonas con  más carencias estructurales. Por eso comenzaron los testeos aleatorios en barrios del Gran Mendoza, con la intención de detectar casos y aislar a los nexos. Por las mismas carencias estructurales muchas de las familias de esas zonas  no tienen los recursos para responder a las necesidades sanitarias y el temor es que el coronavirus se propague más rápido allí. 

Esa es una de las principales preocupaciones en el nuevo enfoque. El otro es lo que ocurre en el sistema de salud, particularmente con los recursos humanos. La cantidad de profesionales de la salud contagiados supera lo esperable, pero además hay otro dato que llamó la atención: que desde el sector salud se haya propagado el virus a la sociedad civil. Era previsible, explican, que haya contagio entre colegas. Pero no tanto que haya pacientes de otras patologías que contraigan el virus por quienes los asisten.

Mendoza tiene por ahora capacidad de respuesta de parte del sistema de salud. Pero la atención está puesta en lo que ocurre con el personal, que es irremplazable.