La trastienda del rechazo al convite del Presidente

Aunque finalmente se verán las caras, el rechazo inicial a la invitación de Alberto Fernández para un contacto virtual con la oposición tuvo una novela de tensiones, idas y vueltas y pulseadas varias.

Según desliza diario Clarín, la discusión se expresó fuertemente a la hora de darle forma al ya famoso comunicado de desplante al Presidente.   

En principio, la invitación del mandatario tuvo una aceptación rápida de parte del jefe del bloque de Diputados del PRO, Cristian Ritondo, y un rechazo igual de veloz desde la Coalición Cívica que encabeza Maximiliano Ferraro.

Un chat informal entre el jefe de Diputados, Sergio Massa, y Ritondo, ya daba por confirmado que habría Zoom con Fernández.

Sin embargo, desde la Coalición Cívica recordaron que en 2009, luego de la derrota legislativa, Cristina Kirchner convocó a la oposición a discutir una reforma política que impuso cambios en las PASO, sin modificar las polémicas colectoras. Por entonces, fue Elisa Carrió una de las pocas que no aceptó la invitación oficial.

Según trascendió, en la CC esgrimían que todavía no les había llegado ninguna invitación formal por parte de la Presidencia de la Nación, "sólo comentario/invitación del presidente de la Cámara de Diputados" y que "para este tipo de encuentros siempre es bueno poder conocer la agenda, los temas a tratar. No se trata de ir a tomar un café".

También se evaluó, como planteo medular, que debería existir en esa convocatoria presidencial una consideración especial con Juntos por el Cambio por la cantidad de diputados y senadores que tiene y porque esa coalición "tiene una agenda y sus propias preocupaciones y temas. Representa el 41% de los votos".

El consenso al que se arribó es que se tratara -como finalmente será- de una reunión exclusiva y con los representantes del Senado.

Como colorario de los dimes y diretes, el comunicado oficial fue redactado el domingo por la tarde por el "moderado" Martín Lousteau.