Pedirán que Gran Mendoza deje de integrar el mapa caliente del virus

Los intendentes del Gran Mendoza pedirán hoy al gobernador Rodolfo Suarez que le solicite a la Nación una flexibilización especial de la cuarentena en esta zona, con el objetivo de reactivar la industria, el comercio y varias profesiones.

Antes de esta reunión con Suarez, que se hará a las 11, la mayoría de los intendentes del área metropolitana acordaron un argumento para su reclamo. Sostienen que el Gran Mendoza tiene que ser retirado del conjunto de conglomerados urbanos del país en los que las medidas de aislamiento son más rigurosas, ya que el avance del coronavirus ha sido menor aquí que en otras grandes ciudades del país. 

Esta es una teoría que defiende el intendente de Godoy Cruz, Tadeo García Salazar, quien señaló que lo mismo piensan Ulpiano Suarez (Capital), Marcelino Iglesias (Guaymallén), Daniel Orozco (Las Heras) y Sebastián Bragagnolo (Luján).

El 25 de abril pasado, el presidente Alberto Fernández marcó en un mapa las ciudades del país en las que se habían producido más casos y, a partir de esa diferenciación, ordenó que se mantuvieran las condiciones de aislamiento más firmes en todos los aglomerados de más de 500.000 habitantes.

"Los conglomerados urbanos son el gran problema que debemos enfrentar, porque allí está el contagio", aseguró el Presidente aquella vez. Pero los intendentes de Gran Mendoza creen que ahora hay que separar en ese mapa a sus comunas, porque bajó el impacto de la enfermedad. 

Así, los intendentes buscan que la Nación permita que vuelvan a la actividad los comerciantes, buena parte de la industria y los profesionales independientes.

Si bien no lo han charlado con el intendente de Maipú, Matías Stevanato, los oficialistas creen que lo mismo opina el hombre del PJ. De hecho, debido al fuerte impacto económico de la cuarentena, todos los intendentes, por separado, vienen hablando de la necesidad de reactivar varias actividades económicas en sus comunas sin perder de vista las normas de prevención.

El comercio está en la mira. Una expresión en inglés que llamativamente se repite en boca de los intendentes por estas horas es take away. Así se denomina el servicio que consiste en pedir por teléfono productos y pasar a retirarlos luego por las puertas de los locales, sin necesidad de ingresar a ellos.

La baja cifra local de contagios puede ayudar en el reclamo. No hubo nuevos positivos en los últimos dos días en la provincia y Mendoza tiene apenas 80 casos en total, muy por debajo de Ciudad de Buenos Aires (1871), Gran Buenos Aires (1506), Córdoba (316) y Santa Fe (244).

Eso sí, para los intendentes está claro que la flexibilización, en caso de que se produzca, no abarcará a grandes centros comerciales ni a sitios de eventos masivos, como shoppings y cines, los últimos lugares en los que se levantarían las prohibiciones.

Se trata de un pedido que la Nación resolverá si concede o no, y la decisión será acatada. La idea es que el Gobierno provincial lo eleve este mismo jueves al jefe de gabinete, Santiago Cafiero, para que lo analice con el grupo de especialistas y devuelva una respuesta oficial el fin de semana, un poco antes de que finalice esta etapa de la cuarentena (10 de mayo).

Casi no hay dudas de que Suarez está en sintonía con lo que piensan los jefes comunales. El gobernador ya evaluó la situación de la provincia con el Comité Epidemiológico y, ayer, con su gabinete de ministros.

Anticipó incluso por las redes sociales lo que hoy le van a pedir los intendentes: "Estamos estudiando solicitarle a Nación la flexibilización de ciertas actividades relacionadas con el comercio en el Gran Mendoza", expresó el gobernador.