Cuarentena

Temores y dudas: el letargo de Mendoza para salir del aislamiento

El Gobierno provincial demora decisiones. Los datos epidemiológicos de Mendoza permitirían avanzar en la nueva fase.

Pablo Icardi
Pablo Icardi martes, 12 de mayo de 2020 · 10:58 hs
Temores y dudas: el letargo de Mendoza para salir del aislamiento

El presidente anunció que todo el país, salvo el Gran Buenos Aires, entraba en la fase 4 de la estrategia para enfrentar la pandemia. Esto permitiría que hasta el 75% de la población circule y la habilitación de actividades productivas, así como devolverle potestades a las provincias para decidir. Todos los distritos del país avanzaron, pero Mendoza se quedó a la espera del Decreto nacional y con prudencia extrema no se tomó ninguna decisión hasta ayer. Y la decisión fue seguir tal cual está todo; subordinando cualquier cambio a la decisión del Jefe de Gabinete.

El Gran Córdoba, Santa Fe y San Juan avanzaron por su lado y permitieron aperturas según el esquema que creían conveniente. Lo curioso es que Mendoza tiene datos epidemiológicos que superan la media nacional y tiene el sistema de salud subutilizado. Hasta ahora se diagnosticaron 81 casos de coronavirus. Pero hay solo 29 personas internadas por esa enfermedad y 3 están en terapia intensiva. Según los mismos datos oficiales, la "duplicación" de casos supera los 30 días. En total se han testeado hasta ahora 1200 personas. 

El gobernador Rodolfo Suarez tiene un excesivo celo para atarse a las decisiones nacionales y la Nación tiene una curiosa demora en responder a los requerimientos de Mendoza, a pesar de los datos. De hecho fue el último distrito en el que se habilitó el trabajo de los profesionales y la industria recién pudo reabrir con el resto de las provincias a pesar de los protocolos que se habían mandado hace más de 20 días. 

El Presidente habló el viernes por la noche y el sábado a la mañana hubo una reunión de gabinete provincial donde se decidió esperar para decidir. El letargo fue lerdo y hay un dato de contexto difícil de entender: no hubo comunicación directa entre la Nación y la Provincia para avanzar. Hubo que esperar hasta el lunes a la mañana para que en el Ejecutivo leyeran el DNU de Alberto para luego anunciar que todo seguía igual. 

Mientras tanto, uno de los temores del propio Suarez ocurre: la flexibilización "clandestina" de las actividades avanza. Comercios a media persiana. 

En la demora para tomar decisiones hay dos temas que bloquean al Gobierno. Uno tiene que ver con lo sanitario y la desconfianza que genera que el avance de la pandemia sea descontrolado. En ese sentido, hace más de un mes están preparados los "anillos" sanitarios que se previeron para enfrentar el pico de contagios; momento que se estira  en el tiempo pero que creen que "va a llegar". Y hay una subutilización de todo el resto del sistema sanitario, que quedó subordinado al coronavirus. Tanto, que profesionales de la salud, clínicas y servicios de salud anexos están en crisis. 

El otro es un bloqueo por lo político. Suarez es un gobernador opositor, pero  ha respondido a cada pedido de Alberto Fernández con la fidelidad de un alfil propio. Siempre detrás de Horacio Rodríguez Larreta como padrino, se aleja de posiciones más duras como las de su mentor Alfredo Cornejo. La dependencia financiera de la Nación puede jugar un rol importante allí. Mendoza depende en gran medida de la refinanciación de su deuda local (que depende del aval político) y de la ayuda que el Presidente habilite. Esos condicionantes también influyen. 

 

 

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