La cuarentena obligatoria se extendería hasta mayo

Son días de definiciones para el presidente Alberto Fernández y su Gabinete, ya que el 13 de abril finaliza la cuarentena obligatoria que rige desde el 21 de marzo pasado por la pandemia de coronavirus. Si bien es un hecho que se extenderá y trascendió que sería hasta el 23 de abril, el jefe de Estado considera que debe prorrogarse hasta los primeros días de mayo.

Para analizar la situación, Fernández se reunió desde la mañana con el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, con quien analizó los informes técnicos de distintas áreas para evaluar el impacto que supondría extender la cuarentena hasta el 23 o incluso hasta fin de mes.

Según consigna el sitio Infobae, el presidente también recibió en Olivos a los ministros Eduardo “Wado” de Pedro (Interior), Ginés González García (Salud), Martín Guzmán (Economía), Matías Kulfas (Producción) y a la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra.

La decisión no será comunicada a la sociedad hasta el fin de semana, cuando el Presidente vuelva a reunirse virtualmente con todos los gobernadores, a quienes les explicará los motivos por los cuales cree que el confinamiento obligatorio debe continuar más de lo que se preveía, y escuchará nuevamente las posturas de los jefes provinciales que, en general, apuestan continuarlo pero flexibilizado.

Según infirmó Casa Rosada, Fernández y Cafiero analizaron informes técnicos del ministerio de Salud y de las otras carteras involucradas sobre los resultados de la cuarentena obligatoria que está vigente desde el 21 de marzo y prorrogada hasta el 12 de abril.

La realidad es que el Gobierno Nacional da por hecha la continuación del aislamiento y lo comunicó en la última reunión a los gobernadores, luego de notar cierto relajo por parte de un sector de la sociedad, que podría generar un crecimiento en el número de contagios.

En un primer momento se puso como fecha el 23 de abril, es decir 10 días más de cuarentena, pero este jueves ya se empezó a hablar de fines de abril y principios de mayo como fecha estimativa para el fin del aislamiento que, de todas formas, no sería total sino más bien progresivo.