¿Quién fue la figura política mendocina del 2020?

Ocupan distintos roles y han tenido diferentes responsabilidades. Sin embargo, cada uno desde su lugar, han tenido un rol protagónico a lo largo del año.

Rodolfo Suarez asumió como gobernador sin saber que el 2020 estaría marcado por una pandemia que sacudió al mundo entero. Ante ese evento extraordinario se diferenció del presidente de la nación en el manejo de la situación y apostó por una rápida flexibilización de la actividad económica apostando a un equilibrio entre el cuidado de la salud y la economía. Para ello, reforzó el mensaje de la responsabilidad ciudadana. A esta altura del año puede jactarse de que la estrategia fue exitosa porque el sistema sanitario no colapsó y a diferencia de otras provincias en Mendoza el impacto en el sector productivo fue grave pero no devastador. 

Anabel Fernández Sagasti tuvo una presencia nacional incuestionable y ofició de bisagra entre Cristina Kirchner y Alberto Fernández, ocupando un rol fundamental en temas puntuales. Se sentó en la mesa chica, incidió en la toma de decisiones y paralelamente supo consolidar su poder en el peronismo mendocino logrando que la renovación confluya con el reconocimiento al trabajo de históricos referentes a los que les consiguió puestos en el gobierno nacional. Cierra el año como presidenta del Partido Justicialista de Mendoza y suena como vicepresidenta del PJ a nivel nacional.

José Luis Ramón también tuvo vuelo propio pese a su ruptura con Mario Vadillo en Protectora. Como presidente del interbloque Unidad Federal para el Desarrollo, su voto en la Cámara de Diputados fue clave para que avanzaran varios proyectos del oficialismo. Eso le dio poder de fuego y lo usó para gestionar proyectos vinculados a la defensa de los derechos del consumidor y las tarifas. Su apoyo a la reforma jubilatoria, el aporte solidario a las grandes fortunas o a la reforma judicial -que aún no se trata en Diputados- lo han hecho ver como un jugador funcional al gobierno de Alberto Fernández, algo que el mismo se encarga de desmentir.

Alfredo Cornejo, por su parte, se alejó -al menos públicamente- de la política local para no interceder en el gobierno de Rodolfo Suarez. En cambio, aumentó su exposición nacional y como presidente de la Unión Cívica Radical se convirtió en uno de los referentes de la oposición. En concreto se dedicó a cuestionar las medidas que se tomaron durante la pandemia en la Casa Rosada y los proyectos impulsados por la vicepresidenta Cristina Kirchner. Fue uno de los opositores más beligerantes y trata ha blanquead sus intenciones de competir en 2023 en una candidatura presidencial.