Baja la positiva y sube la negativa: así está la imagen de Alberto Fernández

La imagen del presidente, Alberto Fernández, tuvo un pico histórico de positivismo durante el inicio de la pandemia de coronavirus en Argentina. Sin embargo, con el correr de los meses, comenzó a bajar progresivamente hasta valores más habituales. Ahora, dependiendo de la encuesta, las cifras empiezan a "preocupar" al entorno del jefe de Estado, ya que la caída se hizo consistente y no se detiene.

Así se desprende de una nueva encuesta política realizada por la consultora Giacobbe & Asociados. Para tener un parámetro, en marzo de 2020 la imagen positiva del Presidente era del 67,8%, mientras que la negativa se ubicaba apenas arriba del 10%.

Sin embargo, desde marzo en adelante, la positiva comenzó a caer y la negativa a subir, hasta ubicarse en 34,8% y 52,8% respectivamente.

Distinta es la situación del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien si bien en el último mes también vio caer su imagen positiva y subir su negativa, se mantiene con números favorables.

En cuanto a la imagen positiva, Larreta acumula un 39,2%, por encima de la negativa que se ubica en el 25,7%, y también de la regular, que está en un 29,5%. Esta última, para Alberto Fernández, ronda el 11,8%.

En cuanto a Larreta, es el que mejor imagen positiva tiene de los principales líderes políticos del país. Alberto, en tanto, es el segundo. Por detrás de ambos se ubican la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner con el 29,9%, el gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicillof con el 26,5% y el expresidente Mauricio Macri, con apenas un 19,5%.

Respecto de la imagen negativa, la líder es Cristina, con un 60,7%, seguida por Kicillof con 57%, y Fernández con el 52,8%. Por su parte, Macri tiene una imagen negativa del 52,4%, mientras que el mejor en ese rubro es Larreta, que tiene un 25,7%.

"Cuando un gobierno está en gracia, un presidente en una Ferrari a trescientos kilómetros por hora yendo a Pinamar, una promesa de nave espacial remontándose por la estratósfera, o cualquier otro acto de frivolidad, nos parece simpático. La soberbia nos parece solidez, el autoritarismo nos parece autoridad, la corrupción nos parece un costo del sistema, el avasallamiento de los poderes del Estado nos parece una dinámica normal, y demás. Todo es confianza y expectativa", reflexionó Jorge Giacobbe.

Sin embargo, añadió: "Cuando un gobierno cae en desgracia, todo se resignifica exactamente al revés. Y no hay con qué cambiarlo. Cada movimiento es malo y ya no saben de dónde vienen los cachetazos. Todo es desconfianza y desazón".

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