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Se mueve el escenario electoral: ¿Habrá voto bronca en Mendoza?

Una tercera fuerza esta en construcción para intentar romper la polarización en las legislativas de 2021. Hoy el escenario marca que el voto estará puesto en la economía y crece el interés de una franja de la ciudadanía por las opciones de derecha.
Foto: Pachy Reynoso / MDZ
Foto: Pachy Reynoso / MDZ

Un voto que seguramente estará muy condicionado por la situación económica, una fuerte polarización entre los candidatos de Rodolfo Suarez y los que presente el gobierno nacional, poca presión del sector de la ciudadanía que está dispuesta a reeditar el “que se vayan todos” y un crecimiento sostenido en las encuestas de las opciones de la derecha libertaria. Además, la tímida aparición por el momento de terceras fuerzas que apuntan a captar el voto “antisistema”, siempre presente en las elecciones de medio término. Estos son hoy, cuando falta poco menos de un año y unos cinco meses como mínimo para que arranque el proceso, los grandes rasgos del escenario electoral en Mendoza de cara a 2021.

Hace pocos días comenzó a ver la luz un espacio que estaba en construcción desde hace algunos meses cuando comenzó la diáspora de Protectora, ruptura que se generó por el cambio de orientación política que adoptó José Luis Ramón en el Congreso. Los legisladores provinciales Mario Vadillo y Marcelo Romano, ex aliados de Ramón, sumaron a ese espacio al senador Jorge Difonso quien desde diciembre viene arrastrando un enfrentamiento con Suarez dentro de Cambia Mendoza por su posición firme en contra de las modificaciones a la Ley 7722.

Algo los une a Romano y a Difonso: la lucha en defensa del agua y esa será con seguridad la plataforma de su propuesta política. Pero dentro de esta aparente fortaleza podría estar agazapada una debilidad.  Por ahora no se vislumbra que el debate por la minería sea uno de los ejes de la campaña y es un hecho que el gobernador no les dará ese argumento porque, ya lo dijo, para él ese tema está cerrado.

Para un análisis más preciso falta un elemento clave y es saber quiénes serán los candidatos. Por caso, no es lo mismo que Alfredo Cornejo esté o no presente en la contienda o quiénes acompañarán en las listas a Anabel Fernández Sagasti. Se descuenta que la senadora se presentará para renovar su banca, pero también está claro que con su sola figura no alcanzará para afrontar la elección. Sin embargo la mayoría de los especialistas coinciden en un punto para observar el panorama que se presenta tanto a nivel nacional como en la provincia.

“En los años no electorales- como el que estamos transitando- la gente mira al gobierno para que resuelva sus problemas y como reacción devuelve la crítica impulsando a la oposición. El de Alberto Fernández es un gobierno que está arriba del ring luchando contra la realidad, los cambios no se producen y eso significa un nivel de caída de apoyo importante. Para el votante, en líneas generales, la economía forma parte de un componente esencial y en un contexto de las características actuales la demanda que domina es sin dudas la economía”, analiza Lucas Romero, de la consultora Synopsis.

Ese mismo eje se traslada a Mendoza y podría terminar resultando ventajoso para el gobierno. Martha Reale- de Reale Dalla Torre Consultores- cree en ese sentido que el oficialismo lograría sacar provecho. “Hay una disociación entre ambas gestiones, la nacional y la provincial. El punto es claro porque, en general, la ciudadanía premia o castiga a los gobiernos nacionales por la situación económica. Y no a las administraciones provinciales, porque entiende que no manejan las variables para modificar esa situación”.

¿Lograrán las terceras fuerzas captar votos? Hoy aparece como difícil esa posibilidad. La próxima elección legislativa apunta a ser polarizada y, si bien se puede llegar a producir una ruptura con partidos que hoy integran Cambia Mendoza, no existirían opciones a esa puja de coaliciones. El voto por las terceras fuerzas en comicios legislativos anteriores de Mendoza permitió que dieran la sorpresa la Izquierda (en 2013) y Ramón (en 2017), ambos presentándose como referentes del antisistema. Pero en el marco actual aparecen como lejanos de los 15 puntos en promedio que estos espacios obtuvieron para lograr colocar un diputado en el Congreso.

Varios factores están jugando en contra de sus aspiraciones. No existe hoy en la provincia, marcan los sondeos, un franja del electorado importante que apueste por el “que se vayan todos”. Aunque sí se comenzó a detectar, como en varios centros urbanos del país, una tendencia de los sectores antipolítica a buscar candidatos de la derecha o los autodenominados “libertarios”.

Reale, a nivel nacional, lo midió. En los últimos meses el voto de derecha creció cuatro puntos y se detectó asimismo un incremento en la cantidad de consultados que afirman que no votarían por ninguno de los candidatos. En el primer semestre del año ese porcentaje llegaba al 17% y hoy está rondando el 25%. Pero para la encuestadora falta tomar en cuenta un factor importante: el voto útil. “ Yo considero que un gran porcentaje de esa gente que hoy no se inclina por nadie, va a terminar apelando al voto útil y particularmente en las provincias en donde se elija senador nacional. Es decir, lo hará para no permitir que Cristina Kirchner obtenga mayoría calificada en la Cámara Alta. Esa decisión, achicará la brecha, sin dudas”.