El nuevo gobierno

Las trampas que busca saltar Suarez: municipalizar la gestión y la inercia cornejista

El gobernador electo está en pleno proceso de armado del gobierno. Y se enfrenta a varias disyuntivas. Su equipo de confianza viene de la gestión municipal, aunque muchos tienen experiencia provincial de hace más de una década. 

domingo, 3 de noviembre de 2019 · 14:20 hs

Rodolfo Suarez será el cuarto intendente en llegar a la gobernación desde el retorno de la democracia. Fueron muchos más los que lo intentaron, pero solo ese grupo el que lo logró. Alfredo Cornejo, Celso Jaque y, antes, Roberto Iglesias dieron ese salto desde a gestión municipal a la provincial. Suarez está advertido sobre el cambio; sobre el shock de pasar del pago chico a la Provincia, de la diferencia de responsabilidades y la magnitud de la administración provincial. Lo sabe, sobre todo, por la cercanía con el actual mandatario.

“Municipalizar” la gestión provincial o tomar la herencia provincial para mantener la “armonía” funcional del Gobierno es una de las disyuntiva que Suarez tiene en cada decisión que toma en la etapa de transición que está en marcha y en particular con el armado del equipo de gobierno. Y también son dos trampas que intenta saltar para llegar al cargo sin ataduras. Quienes están cerca de él aseguran que habrá datos que sorprenderán cuando anuncie el gabinete y que darán muestra de la independencia que tiene Suarez para armar el gabinete.

Que Cornejo se “ha corrido” es real, aseguran. Salvo, claro, para los cargos que le permitirán tener un acceso vitalicio a la información y decisiones estratégicas. El Gobernador saliente dejará el Estado “sembrado” de funcionarios formados con su impronta. La información es poder, y Cornejo tendrá acceso privilegiado a ella.

El equipo municipal de Suarez tiene además otra impronta que tiene valores negativos o positivos según el punto de vista. El costado amable es que son funcionarios de experiencia en la gestión provincial porque la mayoría ya estuvieron en ese rol. El dato que le resta es que eso ocurrió hace más de una década en algunos casos y, vale decir, muchas cosas cambiaron. Es lo que ocurre con Raúl Levrino, Alejandro Gallego, Marian Juri y otros funcionarios que van a estar en la gestión provincial. Algo similar con el principal operador que tiene hoy Suarez para armar su gabinete, que es Claudio Romano. Fue uno de los hombres de confianza de Roberto Iglesias en el cuarto piso de Casa de Gobierno y quedó en la gestión de Cobos. Pero con un dato político importante: cuando estalló la interna entre ambos gobernadores, Romano fue una de las víctimas políticas y tuvo que dejar la gestión provincial. Ahora es uno de los pocos que tiene la autorización para hablar en nombre del futuro gobierno.

Suarez podría echar mano a muchos viejos conocidos de esa época. O tienen extrema confianza, o el radicalismo tiene alguna trabazón para la renovación. El equipo de “la muni” podría estar de vuelta y a ellos se les suman otros ex funcionarios que tendrán un rol clave, como Enrique Vaquié, Gabriel Fidel Víctor Ibañez y varios más.

Sin embargo, aseguran que habrá diversidad y hasta extrapartidarios que formen parte de la primera línea.

Sorpresa en Salud y el área social

El futuro gabinete podría tener más presencia de mujeres también. El único ministerio que es conducido hoy por una mujer es Salud y Desarrollo Social. Pues todo indica que seguirá siendo así, pero con una estructura distinta. Ambas reparticiones podrían ser separadas nuevamente.

La conducción del Ministerio de Salud era una de las incógnitas, aunque comienza a despearse. En un momento Suarez pensó en alguien de su confianza, pero no de la gestión sanitaria. Natacha Eisenchlas era una de las candidatas a ocupar ese cargo o el de Desarrollo Social. Es legisladora electa, pero aún no está claro si asumirá en la Casa de las Leyes o irá al Ejecutivo. Sin embargo, desde el edificio comunal confirman que la ministra será otra y es alguien que cumple el rol de “enlace” de las dos gestiones.

Ana María Nadal, la posible ministra de Salud

Se trata de Ana María Nadal, actual subsecretaria de Planificación Sanitaria. Es una dirigente surgida en el semillero de Capital, pero que es parte de la gestión de Cornejo y muy cercana a la ex ministra Claudia Najul. Es farmacéutica, igual que Najul, y aseguran que tiene perfil bajo y con más conocimientos técnicos que políticos. Por eso podrían buscar un contrapeso más duro. En la actual gestión Cornejo eligió para ese cargo fortalecer la gestión administrativa de Salud para hacer más eficiente el gasto. Por eso Criscitelli y por eso (estuvo) Liliana Lázaro, ambas especialistas en números. La gestión de salud propiamente dicha la llevó adelante Oscar Sagás, el “gestor en las sombras”. Hay quienes lo postulaban como posible ministro, pero no le quedan padrinos dentro del radicalismo. El ascenso de Nadal vendrá con otro posible cambio en Desarrollo Social, que estaría escindido de Salud aunque no necesariamente como ministerio.

Surez tiene allí otra disyuntiva. Su antecesor había confiado el área a un partido aliado de Cambia Mendoza que a Cornejo le respondió con fidelidad total en la gestión y en la calle. Se trata de Libres del Sur y su brazo popular Barrios de Pie. La gestión social la conduce esa agrupación, que también dejó a Cornejo libre de piquetes en reclamo por ayuda social extra, como ocurrió en la Ciudad de Buenos Aires.

Darle o no continuidad a esa alianza es otra de las decisiones que está en manos del gobernador electo. El área es clave por la gestión, por la relación con las organizaciones sociales y también por la sensibilidad que deberá tener el gobierno para hacerle frente a las consecuencias de la crisis.