Un policía de élite se sentó en el banquillo de los acusados por el femicidio de su pareja
El policía Franco Cuello enfrenta un juicio por jurados acusado por el femicidio de Valeria Ramírez, ocurrido en 2022 en el barrio La Gloria de Godoy Cruz.
El policía Franco Cuello se sentó en el banquillo de los acusados por el femicidio de Valeria Ramírez.
Gentileza.Franco Nicolás Cuello, el policía que integraba el Grupo Especial de Seguridad (GES), se sentó este lunes por primera vez en el banquillo de los acusados por Franco Cuello, ocurrido en noviembre de 2022 en Godoy Cruz. El juicio por jurados inició con los alegatos de apertura y continuará con las declaraciones de testigos.
La investigación por femicidio
Valeria Ramírez, de 26 años, murió la madrugada del 26 de noviembre de 2022 tras recibir un impacto de bala en su domicilio del barrio La Gloria. Fue el propio Cuello quien llevó a su pareja al Hospital Central, donde horas después perdió la vida.
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En primera instancia, poco después del deceso de la mujer, el policía aseguró a sus pares que fue su hijo, quien tenía 4 años en ese entonces, quien accionó accidentamente su pistola 9 calibre milímetros reglamentaria contra su madre. Sin embargo, esa versión no resultó creíble para los detectives, Cuello terminó siendo imputado por femicidio.
Ya en esa instancia, cambió su versión indicando que él mismo disparó la bala que terminó quitándole la vida a su cónyuge, pero en todo momento sostuvo que fue un accidente.
No obstante, durante el alegato inicial de los abogados defensores del policía de elite regresaron a la versión de que el fatal disparo fue efectuado por el menor de edad, mientras manipulaba el arma de su padre, provista por el Estado.
Los hechos acordados por las partes
Al momento de iniciar el proceso, el fiscal en jefe de Homicidios, Fernando Guzzo, y la defensa, a cargo de Leonardo Pascón, acordaron que estaban de acuerdo sobre los siguientes hechos:
- El homicidio ocurrió el viernes 25 de 2022 en la habitación matrimonial de la vivienda que compartían.
- Ambos eran pareja en ese momento.
- La pistola accionada era el arma reglamentaria de Cuello.
- No se encontraron huellas digitales en el arma.
- Al momento del hecho, el hijo de ambos estaba junto a ellos en la habitación.
"Fue un femicidio"
"Sin rodeos, un femicidio más", fueron las palabras con las que Guzzo comenzó su intervención en la primera audiencia del caso. A continuación, el fiscal acusó a Cuello de disparar "a corta distancia" a Ramírez tras tener una discusión y en "un marcado contexto de violencia de género".
Entre las testimoniales que tendrá este juicio, Guzzo adelantó que tanto la madre como la hermana de la víctima se presentarán ante el jurado. Además, que el hijo que estaba en la habitación fue entrevistado en Cámara Gessel, al tratarse de un menor, y esa prueba será presentada durante el proceso.
Como conclusión, el representante del Ministerio Publicó Fiscal (MPF), aseguró de cara al jurado que "estamos frente a un femicidio, y un homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por la relación de pareja".
Por su parte, Jimena Villanueva, a cargo de la querella, expuso ante los miembros del jurado "quién era Valeria". De esta manera, hizo un repaso de la vida de la víctima y sostuvo que "Cuello, mientras discutía con Valeria en la habitación matrimonial, le efectuó un disparo con el arma reglamentaria".
"El día más feliz de su vid a": qué dijo la defensa
El abogado defensor de Cuello se centró en calificar el hecho en "un accidente doméstico, realizado por el hijo de mi representado". Según el letrado, la Fiscalía "no investigó" esta posibilidad.
En esa línea, apuntó contra los fiscales, al asegurar que no tuvieron en cuenta la teoría de un hecho culposo: "La labor de la fiscalía, y para eso investiga, es recolectar pruebas y tiene la obligación de considerar todas las posibles hipótesis. Sin razones no se realizó ninguna medida considerando un accidente doméstico".
Además, Gascón negó que existiera un contexto de violencia de género. Es más, planteó que el día en el que la víctima recibió el impacto de bala, "fue su día más feliz". En ese momento el acusado, comenzó a llorar y a taparse la cara.
En tanto, el abogado también criticó duramente a los profesionales del Hospital Central: "Hubo tiempo, si hubiera sido otra, la atención la hubieran podido salvar".