"Me siento desilusionada": Julieta Makintach rompió el silencio tras su destitución
Este martes, el jurado de enjuiciamiento resolvió por unanimidad la destitución e inhabilitación perpetua de la exmagistrada Makintach.
Makintach perdió todos los beneficios asociados a su cargo.
NAEste martes, el jurado de enjuiciamiento resolvió por unanimidad la destitución e inhabilitación perpetua de la magistrada Julieta Makintach, quien integraba el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 3 de San Isidro. En las últimas horas, la exjueza rompió el silencio.
La resolución del jury implica la expulsión de Makintach del Poder Judicial y la pérdida de todos los beneficios asociados a su cargo, incluyendo la jubilación como magistrada. Esta decisión se produce meses después de que el escándalo por el documental “Justicia Divina” obligara a anular el juicio por la muerte de Diego Maradona.
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Qué dijo Makintach
En diálogo con la Agencia Noticias Argentinas, Makintach expresó: “Me siento desilusionada”. Y aseguró: “Esperaba una absolución”. A su vez, adelantó que apelará el fallo ante la Corte Suprema.
“Había quedado demostrado que no había nada irregular. No tenía interés ni participación ni injerencia en una idea creativa de terceros”, sentenció. Por último, explicó que su ausencia durante la jornada de este martes se debió a que su hijo “tenía vómitos”.
Las claves de la destitución
La acusación, sostenida por la fiscalía y la Procuración, se basó en el hecho de que la jueza permitió y participó en la grabación de escenas dentro de la sala de audiencias, durante el desarrollo del proceso judicial, sin el conocimiento ni consentimiento de los demás miembros del tribunal.
Se le imputaron los cargos de incumplimiento de los deberes de funcionaria pública, abuso de autoridad, malversación de caudales públicos y la comisión de un acto de parcialidad manifiesta, lo que “arrasó con el prestigio del Poder Judicial”, según argumentó la acusación durante los alegatos.
Consecuencias penales y el futuro de la exjueza
La destitución tiene consecuencias inmediatas que van más allá del ámbito administrativo. Al perder sus fueros como jueza, la destitución abre la puerta para que la fiscalía avance con una causa penal formal por las figuras de cohecho pasivo, abuso de autoridad y malversación de caudales públicos, entre otros cargos que pesan sobre ella en una investigación paralela.
La exjueza, que en su momento intentó renunciar para evitar el jury y así mantener su jubilación, deberá enfrentar ahora el proceso penal sin las protecciones de su antiguo cargo.
En declaraciones previas al veredicto, Makintach había expresado su deseo de “reinventarse” fuera del sistema judicial, aunque esperaba una decisión “justa”. Sin embargo, el fallo del jurado fue contundente y unánime en su contra.


