Presenta:

Detalles impactantes: se conoció cómo Pablo Laurta asesinó y descuartizó al remisero Martín Palacio

Nuevos informes forenses revelan que el uruguayo Pablo Laurta ejecutó de un disparo en la frente al remisero Martín Sebastián Palacio antes de descuartizarlo.

Pablo Laurta está imputado por el crimen del remisero.

Pablo Laurta está imputado por el crimen del remisero.

X

El escalofriante caso que sucedió en Entre Ríos y Córdoba sigue sumando detalles escalofriantes. Pablo Laurta, un uruguayo de 39 años, fue procesado en ambas provincias por tres homicidios, todos con penas de prisión perpetua. Sin embargo, las nuevas pericias forenses aportan información crucial sobre cómo llevó a cabo el primer crimen: el del remisero Martín Sebastián Palacio, de 49 años.

Según los investigadores, Laurta fue recogido por Palacio la noche del martes 7 de octubre en la terminal de ómnibus de Concordia. Desde allí comenzó un recorrido que terminaría en un brutal asesinato. Los forenses confirmaron que la víctima fue ejecutada de un disparo en la frente, a corta distancia, antes de ser descuartizada.

Así fue el encuentro entre Pablo Laurta y Martín Palacio

Se filtró un video que muestra a Pablo Laurta junto al remisero que está desaparecido

Los detalles del asesinato al remisero

Según pudo acceder el diario Clarín a los informes forenses, el hallazgo de los restos humanos comenzó el 13 de octubre, cuando efectivos policiales localizaron en una zona rural de Colonia Yeruá una bolsa de consorcio negra con un cuerpo decapitado y sin brazos. Dos semanas después, el 29 de octubre, un “gaucho” que circulaba por un camino rural de Rosario del Tala —a 15 kilómetros de la ciudad— encontró una bolsa que contenía una cabeza y otros huesos en avanzado estado de descomposición.

Las pericias confirmaron que el cráneo presentaba un orificio compatible con un proyectil de arma de fuego. En el interior también se hallaron restos metálicos, presumiblemente del proyectil, que ahora están siendo analizados por peritos balísticos.

Fuentes judiciales aseguran que Rodríguez Laurta actuó con total premeditación. No solo mató al remisero para quedarse con el Toyota Corolla en el que viajaban, sino que luego lo descuartizó para borrar huellas y demorar su identificación. Tras el crimen, incendió el vehículo en Córdoba para eliminar cualquier rastro.