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Confesó que asesinó a un exconvicto y recibió una dura condena: los detalles del caso

Sergio Emiliano Ochoa Ceballos reconoció la autoría del asesinato de Lucas Aguilera Gelvez, ocurrido en Lavalle, fue condenado a 21 años de prisión.

Sergio Emiliano Caballos Ochoa confesó el asesinato y recibió una dura pena. 

Sergio Emiliano Caballos Ochoa confesó el asesinato y recibió una dura pena. 

MDZ.

A más de un año del asesinato de Lucas Iván Aguilera Gelvez (42), el único detenido que tenía la causa confesó la autoría del crimen ante la Justicia y este viernes fue condenado a 21 de prisión. Se trata de Sergio Emiliano Ochoa Ceballos (31), quien en octubre de 2024 perpetró el hecho de sangre en Lavalle.

El acuerdo entre la defensa y la fiscal de Homicidios Florencia Díaz Peralta, quien lideró la investigación, fue homologada por la jueza Mónica Romero, bajo la calificación de homicidio agravado por uso de arma en concurso real con homicidio agravado por uso de arma en grado de tentativa (en perjuicio de un amigo de la víctima), todo en concurso real con robo simple.

La confesión del homicida

Ochoa Ceballos reconoció frente a la magistrada haber acabado con la vida de Aguilera Gelvez de un disparo en la cabeza mientras iban a hacer un negocio en el mencionado departamento mendocino.

Además, de la víctima fatal, el homicida también admitió haber disparado contra Edgardo Darío Ortiz (56), quien recibió el impacto de una bala en su hombro, pero salió con vida luego de ser asistido en el Hospital Central.

El sujeto estaba acorralado por las pruebas reunidas por la representante del Ministerio Público Fiscal (MPF), por lo que su defensa decidió evitar el juicio por jurados y aceptaron la pesada pena de más de dos décadas tras las rejas, que deberá cumplir de manera efectiva y sin posibilidades de acceder a beneficios carcelarios, ya que se le declaró la reincidencia.

Cómo fue el asesinato en Lavalle

En la tarde del 6 de octubre de 2024, Aguilera Gelvez y Ortiz pasaron a buscar a Ochoa Ceballos a su casa, ubicada en el barrio City Father de Godoy Cruz, en una camioneta Toyota Hilux.

El objetivo del viaje a Lavalle era comprar un vehículo. Sin embargo, al llegar al cruce de la ruta 34 y Costa Canal, el rodado se detuvo y, bajo la excusa de ir al baño y cambiar de conductor, el autor bajó de la camioneta, sacó su revolver calibre 22 y disparó contra la humanidad de Aguilera Gélvez.

La víctima recibió el impactó de bala detrás de la oreja, concretamente en la zona occipital izquierda, lo que le causó la muerte inmediata.

Criminalística realiza peritajes en el lugar del crimen. Foto: Gerardo Gómez/MDZ
Criminalística realizó peritajes en el lugar del crimen. (Foto ilustrativa)

Criminalística realizó peritajes en el lugar del crimen. (Foto ilustrativa)

Inmediatamente, apuntó su arma contra Ortiz, quien intentó escapar a pie, pero el arma falló un par de veces y, tras gatillarla repetidamente, el malviviente logró balear al hombre por la espalda, causándole una herida en su hombro y omóplato derecho, sin salida del proyectil.

Mientras Ortiz se encontraba tendido en el piso, malherido, Ochoa Ceballos lo amenazó para que no diga nada de lo sucedido y escapó del lugar en la camioneta, llevándose también el dinero con el que iban a comprar el vehículo y algunas pertenencias de las víctimas.

Sin embargo, terminó detenido y ahora fue condenado luego de reconocer la autoría en un juicio abreviado.

El extenso historial delictivo de la víctima

Lucas Iván Aguilera Gelvez estaba lejos de ser una persona de conducta ejemplar. Ya desde principios de 2015 registraba varios roces con la Justicia. Ese año, fue detenido por un hecho de estafa, delito por el que caería en múltiples ocasiones por casi una década.

En su prontuario, al que tuvo acceso MDZ, también se incluyen otros delitos como amenazas agravadas, varios hechos de tenencia ilegal de armas de fuego y encubrimiento agravado, entre otros.

A raíz de esto, el sujeto fue condenado en distintas ocasiones, teniendo que cumplir tiempo en diferentes cárceles mendocinas y también pasó tiempo recluido de forma domiciliaria.

La víctima fatal de este caso había recuperado su libertad el 5 de julio de 2024, prácticamente tres meses antes de que Ochoa Ceballos le arrebatara la vida de un disparo en la cabeza.