A 28 años

Los Horneros: el papel de la banda de delincuentes en el asesinato de Cabezas

Fueron contratados por Gustavo Prellezo para realizar el crimen por pedido de Yabrán. La condena y rol que cumplieron en el asesinato del reportero gráfico.

Mauro Sturman
Mauro Sturman viernes, 24 de enero de 2025 · 15:00 hs
Los Horneros: el papel de la banda de delincuentes en el asesinato de Cabezas
Los integrantes de la banda que asesinó a José Luis Cabezas Foto: Foto de Jorge Bosch a "Los Horneros"

El 24 de enero 1997, el reportero gráfico José Luis Cabezas y el periodista Gabriel Michi asistieron a una fiesta que ofrecía el empresario Oscar Andreani. Estaban cubriendo la temporada de verano en Pinamar para la revista Noticias. Un año antes, el fotógrafo había logrado lo que el resto del periodismo no pudo: fotografiar al enigmático empresario, Alfredo Yabrán.

Esa noche, Michi se fue del lugar a las cuatro de la madrugada y Cabezas se quedó hasta las cinco, cuando decidió retirarse en el Ford fiesta que la dupla utilizaba para trabajar. En el camino, fue secuestrado por cinco hombres que lo llevaron a las afueras de la ciudad balnearia, aproximadamente a la altura del kilómetro 385 de la ruta 11.

Los investigadores determinarían que la banda estaba encabezada por el ex comisario de la Policía Bonaerense, Gustavo Prellezo, quien contrató a “Los Horneros”, un grupo de delincuentes compuesto por José Luis Auge, Horacio Braga, Sergio González y Héctor Retana.

La foto de Yabrán que tomó José Luis Cabezas

La nómina de personas que participaron activamente en la muerte de Cabezas la completan otros policías de la Costa Atlántica: Sergio Cammaratta, de Valeria del Mar; y Aníbal Luna, de Pinamar; mientras que Alberto “La Liebre” Gómez, comisario de esa última localidad balnearia, liberó la zona.

Tras ser secuestrado, el reportero gráfico fue esposado, golpeado salvajemente y obligado a arrodillarse. Minutos después, lo asesinaron con dos disparos en la nunca. Su cadáver fue encontrado al día siguiente. Lo habían incinerado y su reloj marcaba las 5:43, hora en que las agujas se detuvieron para siempre.

La condena

Corría el año 2000 cuando los integrantes de “Los Horneros” fueron condenados por la Cámara de Dolores a prisión perpetua. Lo mismo ocurrió con los policías Prellezo, Luna, Camaratta, y el ex custodio de Yabrán, Gregorio Ríos.

Sin embargo, a finales de 2003, específicamente en noviembre, el Tribunal de Casación bonaerense redujo las condenas impuestas. La famosa ley del “2x1” provocó que José Luis Auge, Horacio Braga y Sergio González, fueran beneficiados. Retana no tuvo tanta suerte, murió en prisión.

José Luis Cabezas 

Hoy, en una entrevista publicada por MDZ, Gladys Cabezas, la hermana del reportero gráfico, contó que su hijo Sebastián se encontró con uno de los asesinos de José Luis. “Mi hijo, Sebastián, se fue a Baradero, a principios de diciembre a un recital y llegando al lugar, se compró un choripán, y se puso a hablar con el parrillero, mi hijo Sebastián tiene mucha empatía, ‘Yo manejo todos los puestos de choripanes en los recitales, es mi medio de vida, lo que pasa es que estuve preso por asesinato, yo fui uno de los que mató a José Luis Cabezas’, era Horacio Braga, uno de los asesinos de mi hermano, y está vendiendo choripanes.

La historia detrás de la foto de los horneros en la cárcel

Jorge Bosh fue compañero y colega de José Luis Cabezas durante las últimas tres temporadas en la ciudad balnearia de Pinamar. Además, fue el encargado de tomar la icónica fotografía de “Los Horneros en la cárcel”.

En una entrevista para cultura.gob.ar, señaló: “Les hice fotos en la cárcel. Seguí el caso y me tocó retratar a los cinco. Había una mesita ratona que usé. José Luis tenía esa particularidad, hacía muchas fotos de arriba, “picadas”, gente mirando para arriba. Y yo hice lo mismo. Me subí a la mesita que tambaleaba, tenía miedo de caerme pero no me importaba, los miré y les pedí que miraran a cámara. “Esta es la foto que hubiera hecho Cabezas”, pensé. Hice tres y me fui. Hasta ese día no se sabía realmente bien qué había pasado”.

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