Conmocionante caso

Desaparición y femicidio de una mendocina: la pista que no fue y una instancia decisiva en la causa

Ivana Molina desapareció en 2023 en Mendoza y su pareja está imputada por femicidio. Una "información" sobre el paradero de la mujer podría haber cambiado toda la causa, que está cerca del juicio.

Ariel Cubells
Ariel Cubells domingo, 16 de junio de 2024 · 07:24 hs
Desaparición y femicidio de una mendocina: la pista que no fue y una instancia decisiva en la causa
Ivana y el acusado Foto: archivo

Ya pasó más de un año desde que empezó la búsqueda de Ivana Molina (39), una mendocina que vivía en el límite de Ciudad y Las Heras y que desapareció a principios de abril del 2023. La investigación desde hace varios meses se trabaja como un femicidio, que tiene como acusado y detenido a la pareja de esta mujer, quien se fue de la provincia por aquellos días y terminó capturado en Buenos Aires. Ahora está a punto de ser enviado a un juicio por jurado, aunque su defensa se opone. 

La causa, como ha sucedido con otros hechos, va camino ha transformarse en un "crimen sin cuerpo". Es decir, se logran reunir pruebas e indicios necesarios para establecer que a una persona la mataron, a pesar de que nunca se puedan hallar sus restos. En esto se apoya la fiscalía, mientras el abogado del imputado busca hacer tambalear la hipótesis. 

Carlos Miguel Díaz Vílchez (65) quedó preso en mayo del año pasado, luego de ser atrapado en un domicilio de la localidad bonaerense de Pablo Nogués, partido de Malvinas Argentinas. Lo trajeron a Mendoza, fue imputado y se mantiene alojado en la cárcel. Recientemente la fiscal Claudia Ríos le solicitó a la Justicia llevarlo a debate, pero la medida fue apelada. 

Entonces, será el juez Juan Manuel Pina quien dirima el contrapunto y marque la continuidad del expediente. Previo a esta definición hubo un par de audiencias para que las partes expusieran y el miércoles próximo el magistrado resolverá. 

Por el lado del sospechoso sostienen que los pesquisas no han podido precisar ni la fecha en la que asesinaron a Ivana ni el modo, además de que restarían pruebas por producir. Sobre esto último, la defensa acercó hace poco tiempo la información de que ella estaba viviendo y trabajando actualmente en Punta Arenas, Chile. Esto cambiaría radicalmente el curso de la investigación, sin embargo, en la fiscalía aclararon que más allá de algunos dichos, en ningún momento se aportaron testigos o elementos concretos que le den fuerza a esta supuesta "aparición" de la mujer en el vecino país, razón por la cual no se profundizó esa pista.

Desde la acusación apuntaron que la fecha del femicidio es entre el 31 de marzo y el 1 de abril y que el hecho de que nadie más la haya visto hasta entonces, hace suponer que la mataron y ocultaron el cadáver. "Nunca hubiera dejado a sus dos hijos", declararon oportunamente en la causa. 

El arresto en Buenos Aires. /Foto: archivo. 

En contra de Díaz están los testimonios que marcan que fue él con la última persona que vieron a Molina, sumado a los mensajes de WhatsApp recabados y en los que se evidencian peleas y discusiones en la pareja. En relación al secuestro del teléfono celular del imputado, en el dispositivo también los sabuesos extrajeron chats de él con sus hijos, en los que les pedía insistentemente un pico, una pala y cal. 

En su momento el hombre explicó que necesitaba estos objetos para hacer un contrapiso, aunque los investigadores resaltan que la cal no se utiliza para este tipo de obra, 

Más indicios que lo complican están vinculados a un registro domiciliario que la Policía hizo en la casa del barrio Las Rosas que compartía con la víctima. Allí los peritos detectaron sangre del acusado en una bacha, a lo que él alegó que se había lastimado un pie, y restos  hemáticos de la mujer en un colchón. Respecto a esto Díaz dijo que fue porque mantuvieron relaciones mientras ella estaba indispuesta.

La víctima del caso. /Foto: archivo. 

Continuando con los elementos que avalan la hipótesis del femicidio, agregaron que el sospechoso tenía una prohibición de acercamiento a Ivana por episodios de maltrato físico, que claramente no respetaba ya que convivían. Testigos también relataron que el hombre le pegaba. Incluso tiene una condena por violencia de género, aunque por otra mujer. 

A todo esto, y no resulta un dato menor, el acusado decidió irse repentinamente a Buenos Aires en plena búsqueda de su pareja, luego de que los familiares de Molina radicaran la denuncia de averiguación paradero en los primeros días de abril. 

Ante este escenario deberá definir el juez interviniente. Ya sea para avalar la teoría de la fiscalía y acompañar el pedido de juicio para el detenido-en el que arriesgará prisión perpetua-, o para hacerle lugar a algún planteo de la defensa, que en caso de tener un revés, contará con una segunda y última instancia de apelación. 

 

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