Buscan identificar a un tercer sospechoso por el asesinato en la Galería Tonsa

Dos hombres son los arrestados en relación con el asesinato de Edgardo Jesús Lucero Ramírez de 29 años, quien fue reportado como desaparecido por sus familiares a principio de diciembre pasado. La investigación llevada a cabo por el fiscal de Homicidios, Carlos Torres, reveló que Lucero fue asesinado en la Galería Tonsa de Ciudad y luego enterrado en Los Corralitos del departamento de Guaymallén.

El primer detenido en el caso es Vladimir Cristian Cayo Coronel de 28 años. Se trata de un comerciante dueño de un local de compra y venta de celulares en el centro capitalino. Cayo enfrenta la imputación de homicidio simple, con penas que oscilan entre los 8 y 25 años de cárcel. El segundo detenido, Jonathan Orlando Torre Paz de 25 años, es chofer y fue imputado por el delito de "encubrimiento agravado".

Según las últimas novedades, la causa de la muerte de Lucero habría sido una herida cortopunzante, indicando que la víctima fue apuñalada, según el informe preliminar del Cuerpo Médico Forense. El fiscal Torres está a la espera del informe final para confirmar la causa exacta de la muerte, ya que existe la posibilidad de que también haya sido por asfixia.

La investigación reveló que Lucero ingresó al local Saturno 69, regenteado por Vladimir Cayo, el 7 de diciembre a las 18:30, según las cámaras de seguridad. A las 21:14, dos hombres salieron del lugar llevando una bolsa de nylon con el cuerpo de Lucero. Los investigadores están tratando de reconstruir los eventos ocurridos en el local durante ese tiempo.

Además, se está buscando identificar a una tercera persona que ayudó a sacar el cuerpo y que podría haber participado en el crimen como coautor, partícipe o encubridor.

La Fiscalía de Homicidios tomará declaración a Torre Paz en las próximas horas. Por ahora, solo está ubicado como encubridor según su versión.

El caso pasó de una solicitud de paradero a una investigación de homicidio el 13 de diciembre pasado, cuando la foto de Lucero fue difundida solicitando información sobre su paradero. El fiscal Torres comenzó a sospechar que podría tratarse de un asesinato y no solo una desaparición.

Las investigaciones llevaron a la identificación del local Saturno 69, donde funcionaba un negocio de reparación y compraventa de celulares regenteado por Cayo, ya que allí dejó de funcionar el celular de la víctima. Posteriormente, el análisis de las cámaras de seguridad reveló que Lucero ingresó al local y nunca salió con vida.

El cuerpo de Lucero fue sacado del lugar en bolsas de consorcio y luego transportado en un Fiat Cronos blanco hasta Los Corralitos, donde fue enterrado en una finca. Los sistemas de geolocalización de los vehículos de los sospechosos guiaron a la policía hasta la ubicación del cuerpo.

La causa sigue en desarrollo mientras se espera el informe final del Cuerpo Médico Forense para esclarecer los detalles del trágico suceso.