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Preso armado en el Polo Judicial: impacto en la causa y la situación de los penitenciarios

Qué sucedió con la investigación luego de la irrupción del video revelador sobre lo acontecido en el Polo Judicial con Hugo Arredondo, el preso que fue acusado de querer matar a la fiscal Claudia Ríos. En qué condiciones se encuentran los penitenciarios apuntados.
El Polo Judicial, en donde ocurrió el grave hecho Foto: MDZ
El Polo Judicial, en donde ocurrió el grave hecho Foto: MDZ

El escándalo por lo ocurrido en el Polo Judicial de Mendoza la semana pasada, cuando un preso sacó un arma blanca en plena sala de debates y en medio de una audiencia por un juicio, va tomando distintas derivaciones. Hace días el hecho pasó de ser un intento de asesinato a la fiscal Claudia Ríos a una tentativa de evasión por parte del acusado, mientras los penitenciarios responsables son investigados penal y administrativamente y los apartaron de sus funciones, aunque siguen trabajando y realizan otro tipo de tareas. 

Muy sorpresivo fue lo que sucedió el pasado 13 de septiembre en la sala 15 del Polo, pero lo que vino luego fue difícil de explicar. Cuando la versión oficial decía que Hugo Arredondo (33) había aprovechado que no estaba esposado para sacar una chuza-elemento de fabricación casera-y se lo había acercado casi hasta el cuello a la mencionada fiscal, una prueba reveladora mostró la realidad. 

Se filtró un video del hecho y se lo ve a este sujeto, condenado a prisión perpetua, portando el peligroso objeto y corriendo, aunque pasando por lo menos a cinco metros de Ríos, quien al ver el accionar de este hombre, se fue en otra dirección. "El mecha", como apodan a este interno, salió del recinto, atacó a algunas personas y fue reducido por policías y penitenciarios 

Estas imágenes se conocieron públicamente una semana después del episodio, cuando Arredondo ya estaba imputado por intento de homicidio, y claramente no coincidían con esta calificación. Sin embargo, apenas horas después del accionar de este hombre la Justicia ya contaba con ese material. Entonces, ¿qué pasó? ¿en qué se basaron para acusar por algo que no ocurrió? Quizás alguien, algún día, así como rápidamente difundieron un relato pormenorizado de lo sucedido, brinde una justificación. Por lo pronto, el Ministerio Público Fiscal (MPF) comunicó oficialmente el paso a paso de esos primeros días de investigación y cómo, sobre todo por los dichos de los testigos presenciales, avanzaron sobre esa imputación. 

Hugo Arredondo./Foto: Facebook

La irrupción esclarecedora de la grabación cambió todo y el delito que le endilgan ahora al detenido fue un intento de evasión. Algo mucho más lógico de acuerdo a la prueba principal. 

La causa tuvo tal impacto que, según pudo saber MDZ, en los últimos días quedó bajo el control del fiscal adjunto en lo Penal, Gonzalo Nazar, segundo en la escala de jerarquías del MPF detrás del procurador general, Alejando Gullé. 

Por una cuestión casi obvia el expediente sale de la Fiscalía de Homicidios-por la carátula- y derivaría en la Unidad Correccional. 

Qué sucede con los penitenciarios

Mientras, los ocho agentes involucrados en el traslado desde la cárcel de Almafuerte al Polo Judicial y que debían custodiar al reo allí, están siendo sometidos a dos investigaciones. Por un lado en lo penal, donde podrían ser acusados por algún delito correccional, y por otra parte afrontan un proceso administrativo a cargo de la Inspección General de Seguridad (IGS), que dispondrá sanciones vinculadas al trabajo que realizan. 

En cuanto a esto último, estos guardiacárceles fueron apartados de sus funciones habituales y se encuentran realizando distintas labores dentro del Servicio Penitenciario

Todos ya fueron citados a declarar y se abstuvieron. En los próximos días los pesquisas seguirán produciendo pruebas, y entre ellas, trascendió que en el análisis de sus teléfonos celulares no se encontró ningún elemento comprometedor. Se espera la incorporación al expediente de más videos, para determinar por qué el preso pudo entrar al Polo armado a pesar de las tres requisas que debían hacerle. 

Una de las sospechas es que se introdujo ese objeto en el ano, lo cual habría sido efectivo para burlar los cacheos que se realizan. Por el momento, los ocho apuntados están imputados administrativamente por sus fallas en el marco de la Ley 7493.