Abusos sexuales en la escuela de artes marciales de Chacras de Coria: "Es una secta"
Desde hace más de un mes se encuentra detenido el profesor de kung fu y uno de los dueños de las escuelas Shen de Artes Marciales, acusado de abusar sexualmente a alumnos en la sede de Chacras de Coria, en Luján. El sospechoso tiene seis denuncias en su contra, al menos un par de imputaciones y espera la audiencia de prisión preventiva en la cárcel para conocer cuál será su futuro inmediato.
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En el marco de esta investigación, MDZ dialogó con una de las testigos de la causa, citada oportunamente por la fiscalía. Es una exalumna que estuvo durante varios años haciendo deporte allí y que dio fuertes detalles de la dinámica interna del lugar y de cómo se movía la familia propietaria.
Las escuelas Shen de Artes Marciales son manejadas por una mujer y sus dos hijos. Uno de ellos es el señalado por estos presuntos vejámenes, y que aparece como segundo en la estructura jerárquica que tienen. No se revela su identidad hasta ahora por pedido de los pesquisas, pero dentro del instructorado que desarrollan se lo identifica como "sihing", precisamente por ser segundo en la jerarquía.
El rol más preponderante lo tiene su hermanastro, bajo el título de "sifu", el "gran maestro":
"Es una secta, así funcionan. Es un grupo de personas organizadas, con estratificación de poderes y jerarquías. El instructorado es optativo, pero ellos te van lavando la cabeza y te convencen de que hay que hacerlo para pertenecer", señaló la testigo.
"Yo entrené muchos años ahí y puedo decir que los tutores te van empujando a hacer cosas que nada tienen que ver con el deporte. Te van metiendo en cuestiones de religión o filosofía, y hasta hay servidumbre como parte del instructorado. He visto como les hacían limpiar los baños a los alumnos", agregó.
Esta joven explicó que en ningún momento sufrió o vio algún tipo de abuso sexual, aunque reconoció que la pasó muy mal cuando decidió alejarse, "Me fui a principios del 2022 porque ya no toleraba estas cuestiones sectarias. Y a partir de ahí comenzó un hostigamiento que me llevó a tener que bloquear a todos en el celular y en las redes sociales":
"No podés dejar. Ellos te acosan para que vuelvas; te ven dudando o flaqueando, e inmediatamente empieza un bombardeo para convencerte de que regreses", añadió la testigo.
"Tienen la filosofía de que una vez que entraste, no podés salir. Ellos buscan que vos también sientas eso y no te animes a irte, quieren generar una dependencia", cerró.
La investigación
Desde el año pasado este profesor de kung fu está imputado en la Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual, aunque tras aquella primera acusación se mantuvo en libertad ya que le endilgaban un delito excarcelable: abuso sexual simple agravado por ser el responsable de la guarda.
Puntualmente, un chico de 17 años reveló que este hombre, en la sede de Chacras de Coria, lo llevaba hasta un cuarto en el que quedaban solos y allí le realizaba tocamientos.
Tras esa causa inicial y transcurrido un tiempo, se conocieron nuevos hechos y dos denuncias más. Una de ellas derivó en otra imputación y en su arresto, concretado a fines de marzo. En el segundo caso se trataría de abusos sexuales gravemente ultrajantes, agravados por la guarda.
Una semana después tres alumnos más denunciaron al sospechoso por aparentes ataques sexuales, acumulándose más episodios que la fiscal a cargo de la instrucción, Virginia Rumbo, va analizando de cara a la audiencia de prisión preventiva.
Hay sospechas de que haya más víctimas y de que los vejámenes no solo hayan ocurrido en las distintas sedes de la escuela, sino también en los viajes grupales que hacían a otras provincias.

