Medidas clave para esclarecer la muerte de una suboficial tras un entrenamiento de la Policía
Se ordenaron peritajes y una nueva autopsia al cuerpo de Agustina Casco, de la Policía de la provincia de Buenos Aires, quien aspiraba a ser oficial pero en ese proceso falleció tras un entrenamiento.
La fiscalía que investiga la muerte de Agustina Camila Casco (21), la suboficial de la Policía bonaerense que falleció el 19 de noviembre pasado tras un entrenamiento en la Escuela de Policía Juan Vucetich, en Berazategui, ordenó a expertos de la Federal que realicen peritajes con el fin de determinar si la joven perdió la vida como consecuencia de alguna maniobra durante esa práctica, e hizo lugar a un pedido de la familia de ella para que se realice una nueva autopsia.
En tanto, los parientes de la víctima anunciaron que este viernes a las 8.30 se concentrarán en el Departamento Judicial de Morón para reclamar Justicia, mientras aguardan los resultados de algunas pruebas.
Fuentes judiciales aseguraron que la fiscal del caso Paula Salevsky, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4, hizo lugar en las últimas horas para que el cuerpo sea sometido a una nueva estudio, que se realizará (aún sin fecha) en la Morgue del Departamento Judicial de Lomas de Zamora.
Además, se corrió de la investigación a la Policía de la Provincia y se pidió la participación de expertos federales para la realización de distintas medidas, entre ellos un análisis de los libros de guardia de la institución en la que ocurrió el hecho, donde Casco realizaba el entrenamiento para el ascenso al cargo de oficial, y de los informes del hospital Bicentenario, de Ituzaingó, y de la Clínica Provincial, donde finalmente murió.
Es que un análisis preliminar de la autopsia reveló que Agustina tuvo un "paro cardíaco no traumático por un shock hipovolémico, por un quiste en el ovario que provocó hemorragia", pero la familia de ella desconfía de esa causa y cree que en realidad fue víctima de alguna irregularidad durante el exámen al que estaba siendo sometida.
Por el momento, la fiscal Selevsky calificó el caso como "averiguación causal de muerte", pero los allegados a la suboficial confían en que sea modificado por un "homicidio".
Jéssica, la hermana de la fallecida, pidió que la Justicia actúe con celeridad y que las autoridades del establecimiento "se hagan cargo" de lo que sucedió.
"Esperamos que se haga justicia por ella y para que no pase más algo así. Toda la Policía bonaerense está triste con lo que pasó, pero vamos a seguir hasta el final para saber qué ocurrió. Se que no va a volver más, pero por lo menos que no le pase a otros cadetes. La escuela no se hace cargo de nada y eso no puede ser que pase".
La mujer convocó para hoy a un encuentro en el Departamento Judicial de Morón, para luego dirigirse a la Escuela de Cadetes en el partido de Berazategui, sobre el Camino Centenario.
"Es una negligencia, es más que evidente. Ellos están tapando todo y le prohíben que los cadetes hablen del tema", se quejó Jéssica.
"Pedimos que se aclare todo porque no puede pasar eso. Ellos sabían de lo que pasaba y no hicieron nada", finalizó.
Por otra parte, el abogado Rodrigo Tripolone, que representa a la familia Casco, dijo a Télam que insistirán con la calificación de un "homicidio culposo" y que intentarán "desentrañar el encubrimiento por parte de las máximas autoridades de la fuerza".
Además, el letrado denunció que el caso ya pasó por tres fiscalías porque "nadie quiere hacerse cargo del tema".
Primero la causa estuvo en manos de la UFI 5 de Morón, a cargo de Marisa Monti, quien se excusó y la envió a la Fiscalía de Violencia de Género de Morón, y finalmente recayó en Salevsky.
En tanto, Asuntos Internos de la bonaerense inició una investigación para determinar si alguna autoridad tiene responsabilidades en la muerte, como consecuencia del entrenamiento al que estaba siendo sometida la mujer.
Agustina falleció en la unidad de terapia intensiva de la Clínica Provincial de Merlo, luego de ser derivada el 19 de noviembre pasado desde el Hospital del Bicentenario de Ituzaingó.
Allí había llegado tras pasar dos días con dolores abdominales en su casa, luego de regresar de la escuela de cadete donde estaba en proceso del curso de ascenso de escalafón, de suboficial a oficial.
Según su madre, al llevarla al centro de salud comentó que había sufrido un golpe durante las prácticas de esposamiento, y que desde entonces padecía molestias.