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"Es violento de toda la vida", dijo un amigo del femicida de Las Heras

El crimen de Jésica Olguín destapó una triste historia de violencia y celos. Pese a que la joven logró alejarse de ese entorno, lo denunció y estuvo en un refugio, pero no pudo escapar del agresor.
Jésica Olguín junto a Juan Manuel Tarres Ríos Foto: gentileza.
Jésica Olguín junto a Juan Manuel Tarres Ríos Foto: gentileza.

El femicidio  de Jésica Olguín, una joven marplatense de 33 años y madre de 3 hijos, aún continúa investigándose mientras que el agresor, Juan Manuel Tarres (48), se encuentra detenido en una comisaría de Las Heras a la espera de su imputación por el hecho. En ese contexto, un amigo de la juventud del sujeto explicó a MDZ  que ha sido violento "desde siempre".

"Yo lo conozco desde hace un montón de años, me juntaba con él. Esto no ha sido de ahora, él es violento de toda la vida. Es un problema que tiene desde hace años", explicó.

El joven destacó que Tarres Ríos siempre fue muy celoso con sus parejas y que la última relación era "tóxica". Además, agregó que la joven era una buena persona que esperó durante un tiempo "que él cambiara".

El lugar donde se produjo el femicidio.

Pese a que el crimen se produjo durante la madrugada del lunes, la fiscalía de Homicidios aún tiene algunas horas para definir la imputación del presunto femicida. Es que, para el fiscal Gustavo Pirrello, aún pueden obtener mayor información aportada por Policía Científica y la necropsia practicada al cuerpo, antes de notificarle los cargos que pesan en su contra.

"Por el adelanto que nos da la forense tiene que ver con una mecánica de ahorcamiento, de estrangulación. De todos modos eso se va a saber con la necropsia completa", explicó el fiscal Pirrello, a cargo de la causa.

De acuerdo al trabajo de los pesquisas, Tarres Ríos tenía una denuncia por violencia de género que se encontraba en trámite. La misma databa del 2021 y, tras efectuar la denuncia, la causa se elevó a juicio. "Estaba para realizar el debate con la acusación y él no se había presentado, razón por la cual se ordenó la detención y la captura".

Según los detalles judiciales, el hombre tenía una prohibición de acercamiento hacia Jésica Olguín, quien estuvo protegida con una consigna policial durante dos semanas que luego se transformó en rondines. A su vez, la mujer de 33 años se mantuvo durante algún tiempo alojada en un refugio para víctimas de violencia de género. Pese a ello, familiares declararon que, tras ese proceso, ambos habían vuelto a tener contacto.

Los detalles del femicidio

Durante el día del femicidio, el acusado estuvo junto a sus hijos en la pileta de un familiar y luego llevó a los niños a la casa de sus padres. A ese domicilio debía llegar horas más tarde Jésica Olguín para buscar a los menores, pero esto no ocurrió. En ese lapso de tiempo, Tarres Riós la ató de manos y pies y la estranguló.

Con el asesinado de Jésica Olguín ya perpetrado, Juan Manuel Tarres Ríos llegó a la casa de su tía, en Guaymallén, y le confesó que "había matado a su esposa". Minutos más tarde, cuando llegó la Policía al lugar, descubrió que había consumido blisters de Clonazepam, por lo que quedó profundamente dormido. Si bien fue trasladado rápidamente a un hospital para desintoxicarlo, no se descarta la hipótesis de intento de suicidio.

"Evidentemente tomó gran cantidad de pastillas y, por algunas manifestaciones que le hizo a la tía, se podría inferir que trató de quitarse la vida", dijo Pirrello.

"Perdón", el mensaje que había escrito a metros de la casa de Olguín.