Una mujer denunció haber sido violada por un enfermero cuando estaba sedada
La Justicia provincial le otorgó prisión preventiva mientras se investiga el hecho. En el relato de la mujer, el enfermero le dio dos inyecciones que contenían morfina.
La Justicia rosarina dictó la prisión preventiva para un enfermero acusado de haber abusado sexualmente de una paciente mientras ésta se encontraba en estado de inconsciencia, informaron fuentes judiciales.
La fiscalía rosarina indicó que se dictó la prisión preventiva para el enfermero identificado como J.L.B, por violar a una mujer de 45 años en el baño de la habitación donde se encontraba internada. La medida fue resuelta por la jueza de Primera Instancia, Paula Álvarez, quien resolvió la prisión preventiva por 120 días para el trabajador de la salud, acusado de cometer el delito de abuso sexual con acceso carnal en calidad de autor.
En ese marco, el fiscal de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual, Ramiro González Raggio, le atribuyó al imputado el hecho que tuvo lugar el pasado 27 de abril a la medianoche, en hospital Español de Rosario, ubicado en Mitre al 3100 de esta ciudad santafesina.
El hombre que fue condenado esta martes a cumplir la prisión preventiva, ya se encontraba imputado en la causa por abuso sexual con acceso carnal. Las fuentes precisaron que el ataque se dio cuando el enfermero accedió al baño de la habitación donde se encontraba la víctima, y procedió a manosearla y luego violarla mientras la mujer de 45 años se encontraba en estado de inconsciencia, por lo que en ningún momento dio consentimiento al acto sexual.
El día del abuso
En declaraciones, la mujer afirmó que desde el inicio el enfermero empezó a hacer chistes que estaban fuera de lugar debido a la delicadeza de la situación. Explicó que "el hombre empezó a decirle que era demasiado linda, que no aparentaba tener 45 años o preguntarle si estaba casada o soltera".
Según el relato, ese mismo día pero en horas de la noche, la mujer se acercó a la puerta de su habitación y pidió un toallón porque quería bañarse. El enfermero, que se encontraba con otro compañero, le explicó que no tenía, pero le solicitó que esperara en la habitación porque le llevaría un cobertor.
Minutos más tarde, el sujeto entró con una toalla y la mujer agradeció. Además, le consultó cuál era la canilla de agua caliente. Sin embargo, en cuestión de segundos, el enfermero le dio una inyección que contenía una mínima dosis de morfina, para calmar los dolores. A los minutos recibió una segunda dosis.
La mujer afirmó sentirse un poco mareada pero consciente e ingresó a la ducha. Se quitó la bata y, cuando iba a meterse, notó que el hombre entró al baño detrás de ella.
“No tenía cómo pedir ayuda y me sentía muy débil. En ese momento el muchacho se me acerca y me toca los pechos. Yo reaccioné, le pregunté qué estaba haciendo y me dijo que me estaba ayudando”, fue una de las frases que resaltaron medios rosarinos.
Durante los veinte minutos siguientes, el enfermero continuó con el abuso, pero la mujer no tenía fuerza para gritar o pedir ayuda. En un momento, el sujeto salió de la habitación por algunos instantes y la paciente logró llamar a su hija, quien escuchó los abusos a través del celular.
Tras esa situación, la hija se dirigió inmediatamente a la clínica y, al llegar a la habitación, se encontró a su madre sentada sobre el inodoro, llorando sin consuelo.

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