Mendoza

La historia de Paloma, la mujer trans acusada de explotar a prostitutas

Paloma León es una conocida mujer trans mendocina que cuenta con varios antecedentes policiales. Trata de personas, amedrentamiento y hasta intento de homicidio son algunos de los delitos que están en su prontuario. Ahora, desde la cárcel pide la prisión domiciliaria.

Gabriela Guilló
Gabriela Guilló sábado, 18 de septiembre de 2021 · 09:31 hs
La historia de Paloma, la mujer trans acusada de explotar a prostitutas
Paloma cuenta con varios antecedentes

Paloma León Araya está sindicada como una proxeneta mendocina que por gravísimas denuncias ha saltado a las páginas policiales. En su haber cuenta con sospechas por robo, intento de homicidio y explotación. Permanece detenida en medio de una investigación de la Justicia Federal por trata de personas y en caso de ser hallada culpable, podría recibir una condena de hasta 25 años de prisión.

Las causas contra Paloma no son nuevas. En 2012, dos chicas trans la acusaron por explotación de la prostitución en tentativa y robo agravado en concurso real poblado y en banda. En ese momento, las jóvenes declararon que estaban trabajando en las inmediaciones al Acuario Municipal cuando llegó el esposo de León y las comenzó a golpear. Luego fue la misma Paloma, quien en compañía de otras mujeres trans, siguieron golpeando a las víctimas, de acuerdo a la denuncia. 

En ese momento, las denunciantes indicaron que Paloma les exigía el pago de $2 mil mensuales -para ese momento era una suma considerable- para dejarlas trabajar en las esquinas de la zona roja mendocina. Como ellas se negaron, recibieron una golpiza. La declaración de las jóvenes en el juicio que se realizó en 2015 fue imprecisa y cayó en algunas contradicciones, por lo que la jueza en ese momento no encontró elementos para condenar a León y fue absuelta.

Por entonces, Paloma era señalada como una importante proxeneta mendocina que, decían, llegó a trabajar con 100 mujeres trans en distintas zonas de la provincia. 

Pero a medida que avanzaba su poder, se iba acumulando las acusaciones en su contra. También la señalaron por pagarle a sus "hijitas", tal como ella las llamaba, las operaciones estéticas, pero luego cobrárselas con exagerados intereses.

Uno de los casos más graves fue en 2013, cuando una mujer trans la acusó de quemarla viva. La víctima sostuvo que mientras estaba trabajando, una compañera la golpeó, la tiró en una acequia, la roció con querosén y la prendió fuego. El hecho de violencia, según la víctima, fue idea de Paloma, por lo que la acusaron de ser la autora intelectual. El móvil del intento de homicidio habría sido el mismo, la negativa de la víctima a pagar el "canon" para poder ejercer la prostitución en la zona.

Por este hecho, la autora material fue condenada a 9 años, mientras que contra Paloma no encontraron pruebas contundentes y fue nuevamente absuelta.

Ahora enfrente otra causa. Cuatro jóvenes la acusan de trata de personas. De acuerdo a la investigación, habría captado a las víctima, vulnerables con el fin de explotarlas sexualmente. Además, sus antecedentes no la ayudan. De acuerdo al expediente, tiene una   condena   por   robo   agravado   en concurso real con homicidio simple, y hay un pedido de elevación a juicio por extorsión en grado de tentativa en concurso real con robo agravado con el uso de arma de fuego, en concurso ideal con robo por ser en poblado y en banda. 

Paloma está detenida en Ezeiza y desde allí solicita la prisión domiciliaria. Asegura que la lejanía de más de mil kilómetros hasta su hogar y la pandemia han afectado su situación. Pero para la Justicia, la ampliación de la imputación es su contra es uno de los principales obstáculos para otorgarle este beneficio.  Asimismo, consideran que forma para de una banda con ramificaciones en el exterior, que cuenta con medios económicos y contacto con países limítrofes que podría resultar peligroso en el caso de que sea enviada a su casa.
 

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