Murió hace más de un año en una comisaría: las dudas de la Justicia

Omar Salinas tenía 29 años, cuando en febrero de 2020 fue detenido por una causa de violencia de género y a las pocas horas murió ahorcado en una celda de la comisaría de Luján de Cuyo, Mendoza. La Policía sostuvo que se trató de un suicidio y la familia apunta a un crimen.

Durante la investigación, los uniformados de la comisaría 11 declararon que el hombre se había ahorcado con una sábana y cuando la ambulancia llegó, nada pudieron hacer para salvarlo.  La familia, por el contrario, asegura que Salinas tenía varias lesiones en su cuerpo y que posiblemente haya sido golpeado y luego asesinado en la misma celda. 

La investigación que se realizó no brindó detalles que hicieran sospechar que se trató de un homicidio, y la fiscalía solicitó que el caso sea archivado. La querella, por su parte, apeló esta solicitud y el Juzgado Penal le dio la razón.

Según explicó el abogado Fernando Peñaloza, que representa a la madre de Salinas, todos los planteos que realizaron fueron tenidos en cuenta por la Justicia.

Peñaloza presentó un informe en el cuál se detallaban las posibles irregularidades que habrían existido en la comisaría y que no constaban en la investigación. Uno de estos puntos hace referencia a las malas condiciones de alojamiento de los detenidos, con mínima seguridad y sin protocolos para el cuidado de las personas allí alojadas.

Asimismo, la querella remarcó hay un testigo presencial de la muerte de Salinas. Se trata de un hombre que permanecía alojado en la misma seccional. En ese momento se negó a declarar, debido a que tenía que hacerlo en la comisaría donde estaba alojado. Luego, los investigadores no insistieron para pedirle su testimonio y el mismo no figura en la causa.

Con todo esto, el Juzgado Penal decidió no archivar la causa y que se siga investigando. Ahora, la familia de Salinas pide que se compruebe si hubo alguna responsabilidad de los efectivos en el hecho.